Según datos del Departamento de Salud de Arizona, más de 30,000 personas han dado positivo por influenza desde octubre. El Dr. Jeremy Driscoll, médico del departamento de emergencias de HonorHealth, afirma que: “La influenza A es la cepa predominante, representando la mayoría de los casos que llegan a nuestro servicio de urgencias. En el condado de Maricopa, hemos visto un aumento de hasta un 35% en casos nuevos solo en la última semana.”
Los síntomas más comunes reportados son congestión, dolor de garganta, estornudos y presión en la cabeza. La enfermera especialista de Banner Health, Samia Kadri, describe la evolución de la enfermedad: “Los primeros días son los peores, afectando principalmente las vías respiratorias superiores, para luego descender al pecho.”
La alta contagiosidad del virus es un factor clave. El Dr. Driscoll señala que: “Simplemente salir y estar en lugares públicos representa un riesgo de exposición, ya que hay personas enfermas que tocan superficies, especialmente en lugares concurridos como eventos deportivos, centros comerciales, etc.”
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ubican a Arizona en alerta roja, indicando un nivel muy alto de enfermedades similares a la influenza. Esta situación ha llevado a una saturación de las salas de emergencia. El Dr. Driscoll describe la situación: “Todos nuestros servicios de urgencias están sobrecargados. Ayer, por ejemplo, tuve al menos 25 pacientes esperando durante todo mi turno. Simplemente no hay espacio suficiente.”
A pesar de la gravedad de la situación, los profesionales de la salud recalcan que este repunte, aunque preocupante, es algo para lo que se preparan anualmente. El Dr. Omar Gonzalez, epidemiólogo de Dignity Health, asegura que: “Esto es lo que se espera que suceda.” Sin embargo, enfatizan la importancia de la prevención, destacando la higiene de manos como herramienta fundamental, la vacunación, la hidratación y la importancia de quedarse en casa en caso de presentar síntomas para evitar la propagación del virus.
La situación exige una mayor conciencia sobre las medidas preventivas para controlar la propagación y evitar una mayor saturación del sistema de salud.