El 29 de enero, agentes del Departamento de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) realizaron una serie de incautaciones que han dejado boquiabiertos a los expertos. No se trató de un solo caso aislado, sino de cinco operativos simultáneos que desmantelaron una red de tráfico de sustancias ilícitas con un alcance sorprendente.
Las cifras hablan por sí solas: se aseguraron aproximadamente 894,000 pastillas de Fentanilo, una cantidad abrumadora que representa un peligro potencialmente mortal para miles de personas. Además, se confiscaron 16 kilogramos de Fentanilo en polvo y 71 kilogramos de metanfetamina. Estas drogas estaban ocultas ingeniosamente, utilizando técnicas que demuestran la sofisticación de las organizaciones criminales involucradas.
Los métodos de ocultamiento fueron variados, pero igualmente efectivos. Según el reporte del CBP, el Fentanilo y la metanfetamina se encontraron "detrás del motor, en el piso y en diferentes compartimientos del vehículo". La creatividad de los traficantes contrasta con la eficiencia de la vigilancia fronteriza en este caso particular.
Este operativo destaca la constante lucha contra el narcotráfico en la frontera. La magnitud del decomiso pone de manifiesto el desafío que representa para las autoridades mexicanas y estadounidenses, y la necesidad de una cooperación constante y eficaz para contrarrestar este flagelo.