Luis Miguel sorprende en fiesta íntima de Paloma Cuevas en Madrid

Fue Luis Miguel, el "Sol de México", quien se encargó de orquestar cada detalle de la velada. A pesar de llegar de manera discreta —casi sigilosa— por el estacionamiento del hotel, su presencia dentro del salón fue imposible de ignorar. "No solo recibió personalmente a los invitados, sino que hasta supervisó el menú y la música", comentó una fuente cercana al evento.
La lista de asistentes fue un quien es quien de la alta sociedad madrileña:
Pero más allá de las copas y los abrazos, este cumpleaños número 53 para Paloma parece simbolizar un renacimiento personal. Fuentes cercanas aseguran que su relación con Luis Miguel ha sido clave: "Ella encontró en él una estabilidad que no tenía hace años, y él parece más relajado, menos encerrado en su leyenda".
En lo profesional, la diseñadora no se detiene. Su colaboración con Rosa Clará sigue generando buzz, especialmente entre clientas que buscan ese estilo atemporal que define sus creaciones. Y aunque su agenda empresarial está llena, nunca descuida su labor con la Fundación Niños en Alegría, donde participa activamente más allá de los cheques de donación.
El verano les dejó momentos memorables: desde cenas con su "pandilla de siempre" hasta escapadas privadas donde Luis Miguel intercambió los focos por la tranquilidad. Lo más revelador, según testigos, fue ver cómo el cantante interactuaba con Paloma y Bianca, las hijas de la diseñadora. "Hay una complicidad ahí que no se finge", señaló un invitado.
Mientras el champagne seguía fluyendo en el Four Seasons, alguien mencionó que Paloma había citado a Aristóteles en sus redes días antes: "Un corazón que habita en dos almas". Quizás sin pretenderlo, la frase resumía mejor que cualquier discurso lo que esta celebración realmente significaba.