Arizona: ejecución de prisionero reaviva el debate sobre la pena de muerte

En Arizona, Aaron Brian Gunches, de 53 años, se encuentra en el centro de una situación que ha vuelto a encender la discusión. Gunches está programado para ser ejecutado el 19 de marzo, marcando la primera ejecución en Arizona en más de dos años. Este evento, lejos de ser un proceso rutinario, está rodeado de una serie de complejidades legales y procedimentales que han ido moldeando el caso.
Lo que ha llamado la atención de la opinión pública es que Gunches, quien se representa a sí mismo, renunció a la posibilidad de solicitar un indulto o una suspensión de la pena durante una audiencia ante la Junta de Clemencia Ejecutiva de Arizona el lunes. “Mi posición no ha cambiado,” escribió Gunches en un documento presentado el 20 de febrero, donde explicó su decisión de no participar en la audiencia más que para confirmar una renuncia a la clemencia que había hecho en 2022.
Esta decisión, lejos de ser impulsiva, parece ser el resultado de una estrategia legal que el propio Gunches ha venido implementando desde finales del año pasado, cuando intentó sin éxito acelerar su ejecución. Su argumento ante la Corte Suprema de Arizona fue que su sentencia era “larga en venir”.
La situación se complica aún más por el contexto histórico. La orden de ejecución de Gunches se emitió hace casi dos años, pero su cumplimiento se retrasó debido a una revisión del protocolo de pena de muerte ordenada por la entonces Fiscal General demócrata, quien decidió no continuar con las ejecuciones durante la investigación. Esta revisión concluyó en noviembre cuando la gobernadora demócrata Katie Hobbs despidió a la jueza magistrada federal retirada que había designado para examinar los procedimientos.
Arizona ha enfrentado críticas significativas por el tiempo que le toma a sus funcionarios insertar una vía intravenosa para la inyección letal, lo cual ha resultado en cambios en el protocolo, como la formación de un nuevo equipo más grande para esta tarea. Además, la Legislatura de Arizona está considerando una propuesta para cambiar el método de ejecución, sustituyendo la inyección letal por un pelotón de fusilamiento, una decisión que finalmente sería sometida a votación en 2026.
Las opciones de ejecución en Arizona se dividen según la fecha del crimen: quienes cometieron sus delitos antes del 23 de noviembre de 1992, pueden elegir entre inyección letal o cámara de gas (rehabilitada en 2020). Los demás, incluyendo a Gunches, cuyo crimen (el asesinato de Ted Price en 2002) ocurrió después de esa fecha, están sujetos a la inyección letal, a menos que la propuesta de ley cambie las cosas.