Hackeo, conspiración y Elon Musk: el escándalo que sacude a la USAID
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Recientemente, Bloomberg reportó un acceso no autorizado a instalaciones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a principios de 2025. Se dice que un equipo liderado por Elon Musk, jefe del, supuestamente ficticio, Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), obtuvo datos confidenciales, incluyendo información presupuestaria previamente negada a la Casa Blanca. La naturaleza del incidente, si fue un hackeo o no, permanece en debate.
Pero esta situación nos recuerda otro incidente, uno que involucra al mismo magnate tecnológico. En 2021, un grupo desconocido, autoproclamado Anonymous, "declaró la guerra" a Musk. “Un hombre rico narcisista, acusado de mentir y especular con criptomonedas,” fue la descripción que utilizaron. El grupo criticó sus acciones en redes sociales, argumentando que sus publicaciones provocaron volatilidad en el mercado criptográfico, causando “pérdidas a mucha gente.”
También cuestionaron la sostenibilidad ambiental de Tesla, contrastando su negativa a aceptar Bitcoin con la extracción de cobalto, un proceso que, según ellos, implica trabajo infantil.
Musk, como suele ser su estilo, no respondió directamente, prefiriendo restarle importancia a las amenazas. La autenticidad del grupo que lo atacó sigue siendo cuestionada. Sin embargo, el incidente plantea interrogantes cruciales sobre la seguridad cibernética.
Expertos en seguridad informática tienen opiniones diversas sobre la capacidad de Anonymous para dañar las empresas de Musk. Ramil Khantimirov, de StormWall, señaló dos escenarios: el robo de información sensible o ataques DDoS a la infraestructura de Tesla, SpaceX o SolarCity. Para comprometer la cuenta de Twitter de Musk o robar claves privadas criptográficas, se requiere, irónicamente, de un alto nivel de conocimiento en hacking, más allá de un simple ataque DDoS.
Para Musk, las consecuencias de un ataque exitoso podrían ser tanto materiales como reputacionales. Una afectación a su reputación repercute en el valor de las acciones de sus empresas. Por lo tanto, incluso si las amenazas son percibidas como falsas, la inversión en seguridad cibernética es crucial, no solo para multimillonarios, sino para cualquier negocio, independientemente de su tamaño.