Musk vs. NASA: $150 mil millones en riesgo y un plan de $843M que podría no ser suficiente
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Aunque la ISS, un laboratorio espacial valorado en $150 mil millones de dólares, está mostrando signos de desgaste –fisuras, fugas y problemas de mantenimiento cada vez más frecuentes–, la propuesta de Musk de desmantelarla "lo antes posible", idealmente en dos años, ha tomado por sorpresa a muchos. Un evento ocurrido en noviembre pasado, una fuga en el segmento ruso que empeoró durante cinco años y que amenazó con una "falla catastrófica," según la NASA, aceleró los planes de jubilación de la estación para el 2030.
La NASA, junto con sus socios internacionales (Rusia, Japón, Canadá y 11 países europeos), ya habían planeado la desactivación para 2030, encargando a SpaceX, la compañía de Musk, la construcción de la nave espacial para la desorbitación. Sin embargo, el CEO de SpaceX considera que cinco años es demasiado tiempo. Su propuesta, realizada a través de una publicación en X, revela una discrepancia significativa con los planes actuales.
Musk, además de ser el CEO de SpaceX, ostenta un cargo relevante como asesor del gobierno del presidente Trump, lo que le da acceso directo para influir en las decisiones políticas. Su postura no es una mera opinión; tiene el potencial de impactar directamente en la financiación del proyecto y en la cooperación internacional necesaria para llevar a cabo la desorbitación anticipada. De hecho, SpaceX ya recibió un contrato de $843 millones de dólares en junio de 2024 de la NASA para construir la nave espacial de desorbitación (USDV). Pero este contrato solo cubre la construcción, no la operación completa, que según estimaciones previas de la NASA, requeriría $1.5 mil millones de dólares adicionales.
El argumento central de Musk parece residir en su visión a largo plazo: priorizar la exploración marciana. Él considera que la ISS es una distracción, una inversión que podría redirigirse hacia el ambicioso objetivo de colonizar Marte. Esta perspectiva contrasta con la visión de la NASA, que considera la ISS fundamental para la investigación científica y el entrenamiento de astronautas para futuras misiones lunares y marcianas. "La ISS, y futuras estaciones espaciales comerciales, serán cruciales para la ciencia y el entrenamiento para misiones a la Luna y Marte," declaró un funcionario de la NASA en respuesta a las declaraciones de Musk.
La necesidad de un consenso internacional, la asignación de fondos adicionales por el Congreso, y la complejidad logística de una desorbitación acelerada representan desafíos importantes para la propuesta de Musk. Mientras tanto, la ISS continúa su órbita, llevando a cabo investigaciones cruciales y mostrando los signos inevitables del paso del tiempo y el implacable impacto de los desechos espaciales, como el incidente de mayo de 2021 con el brazo robótico Canadarm2.