San Francisco
La inteligencia, no el dinero, es la clave de construir un ganador: Beane.
Acercándonos a las Reuniones Invernales de Grandes Ligas, pronto empezará la fiesta de dólares en la agencia libre.
Se sabe que algunos equipos tratarán de mejorar dramáticamente a base de puros billetes. Tal vez tengan éxito, aunque el mercado no es el más espectacular del mundo.
Siempre se puede hablar de los agentes libres más cotizados. Pero más interesante es ver a los gerentes generales más astutos moldear un roster contendiente con relativamente pocos recursos.
En su esencia, el béisbol premia la paciencia. No es sólo por el ritmo del juego, sino también por la manera tan deliberada en que se construye un club ganador. Es bien difícil ir del sótano a la cima; terminar por debajo de .500 un año significa que no hay buenas posibilidades de clasificar en la siguiente temporada.
Sin embargo, algunos conjuntos han sabido refutar esa idea. En muy pocos de estos ejemplos, la agencia libre fue el camino obvio hacia el repunte.
Tomen en cuenta lo siguiente: En las últimas cinco campañas, 10 de los posibles 42 equipos en postemporada (incluyendo cuatro en el 2012) fueron escuadras con récords perdedores el año anterior. Se tratan de los Medias Rojas del 2008, los Rays del 2008, los Rockies del 2009, los Rojos del 2010, los Diamondbacks del 2011, los Cerveceros del 2011, los Nacionales del 2012, los Rojos del 2012, los Atléticos del 2012 y los Orioles del 2012.