LOS ANGELES, Cal
La vida de Jackie Robinson, en el filme ‘42’, muestra la lucha del pelotero contra un país racista.
En la película “42” hay una escena en la que Jackie Robinson, el primer pelotero negro que jugó en las Grandes Ligas, tiene que soportar crueles epítetos raciales de parte del manager de los Filis de Filadelfia.
Ocurre al principio de la temporada de 1947. Cada vez que al primera base de los Dodgers de Brooklyn le toca el turno al bate, el manager Ben Chapman sale de la caseta, se para en el terreno y le lanza insultos personales. Es una evidente lucha, pero el jugador con el número 42 en su espalda mantiene la compostura ante miles de aficionados.
La escena es incómoda de ver para los espectadores, aunque el guionista y director Brian Helgeland señala que “en cualquier caso, las palabrotas en esa escena fueron mucho menos fuertes que las originales”.
Ese odio puede parecer arcaico, un episodio horrible en la historia de Estados Unidos que sería mejor olvidar. Pero recordar los logros de Robinson es más importante que nunca, dicen personas que participaron en “42” e historiadores del béisbol por igual. Y como Robinson fue una figura cultural tan inspiradora, es más importante que nunca mostrar las cosas como fueron.
Helgeland, ganador del Oscar por su guión de “L.A. Confidential”, que también dirigió anteriormente “Payback” y “A Knight’s Tale”, dijo que sintió “una presión enorme” por ser fiel a la historia real de Robinson, tanto por su significado como porque se ha escrito mucho de su vida. Eso incluyó recrear juegos a partir de las estadísticas de los box scores. Así que cuando Robinson, interpretado por Chadwick Boseman, conecta un jonrón en un momento crucial contra un lanzador que lo había golpeado antes con una bola, es un momento dramático, pero también es cómo en realidad sucedió.
“Siempre es complicado porque es una película, pero incluso así estamos tratando de narrar en dos horas lo que sucedió en dos años”, dijo. “Obviamente no presentamos cada instante, pero la disciplina que puse al guión era para asegurarme de que cada momento estuviera documentado”.
No es la primera
Helgeland comenzó a trabajar en la película hace dos años, con la aprobación de la viuda de Robinson, Rachel, porque estaba convencido de que Robinson “se merece una gran película”.
El propio Robinson protagonizó la biografía de 1950 “The Jackie Robinson Story” (La historia de Jackie Robinson), que también detalla cómo el presidente y gerente general de los Dodgers de Brooklyn, Branch Rickey, interpretado por un enérgico Harrison Ford, tuvo el valor de firmar al jugador de la Liga de Negros, a pesar de la oposición en toda la liga y amenazas de muerte de parte de los fanáticos.
“La gente me decía: ‘¿Vas a hacer otra película sobre Jackie Robinson?’, y yo les contestaba: ‘¿Cuál fue la otra que viste?’ “, contó Helgeland. “(El racismo) siempre será algo relevante. No es algo que se vaya a erradicar. La sociedad tiene que estar en guardia y no dormirse al respecto”.
Boseman, quien tiene un gran parecido con Robinson, creció jugando baloncesto pero dijo que conoció de la importancia de Robinson en la misma época que se enteró del papel crucial de Martin Luther King Jr. en la lucha por los derechos civiles. El número del uniforme de Robinson fue retirado de la liga —sólo lo usa el panameño Mariano Rivera, cerrador de los Yanquis de Nueva York, quien se retira al final de esta temporada— pero el 15 de abril de cada año todos los jugadores de béisbol visten el número 42.
“La historia es relevante porque todavía dependemos de lo que él hizo. El comenzó algo, incluso diría que quizás no lo hizo él, que empezó antes, pero él llevó la antorcha. Y la llevó sólo durante un tiempo antes que otros pudieran ayudarlo”, dijo Boseman.
Sin embargo, es un reto presentar la vida de alguien que causó tanta inspiración sin endiosarlo. En “42”, que se estrena el 12 de abril en Estados Unidos, Robinson muestra entereza ante el odio casi constante. Por eso es que Rickey lo escogió entre todos los talentosos jugadores negros de la época: tenía el talento, pero también la fortaleza de no reaccionar.
“A veces se vengaba recorriendo las bases, pero no se amedrentaba ante el contacto cuando se lanzaba en el plato, esas cosas”, dijo Helgeland.
“Uno quiere humanizarlo. El romance con la esposa (que interpreta Nicole Beharie) lo logra. El hecho de que no se lleva muy bien con (el periodista y guía) Wendell Smith lo logra, que creo que fue la verdad en la vida real”, dijo. “Uno necesita tocar esa nota: es el actor y el director intentando determinar qué es lo que parece y se siente real en el momento”.
Apegada a la realidad
Howard Bryant, historiador del béisbol, autor y redactor sénior de ESPN.com y ESPN the Magazine, dijo que comprende que hay algunos cambios en una película con orígenes históricos, como fue el publicitado caso de varios aspirantes al Oscar de 2012, como la ganadora de la mejor película, “Argo”. Pero dijo que Hollywood no puede tomarse libertades con historias como la de Robinson.
“En mi opinión perdería credibilidad. Yo le perdería el respeto si fuera una fantasía de Hollywood”, expresó Bryant, entre cuyos libros está “Shut Out”, sobre el racismo en los Medias Rojas de Boston. “En este país tenemos un talento especial para limpiar la historia, y espero que eso no suceda con una historia como la de Jackie Robinson”.
Bryant señala que las Grandes Ligas se han demorado en diversificarse y todavía les queda mucho camino por andar. En 2012, 8,8% de los jugadores eran negros, pero sólo había dos managers y dos gerentes generales de la misma raza, según el informe anual del del Instituto de Diversidad y Etica en los Deportes Richard Lapchick, de la Universidad Central de la Florida.
“Estas historias son más importantes que nunca en momentos en que usamos términos engañosos y cargados como post-racial. Creo que es todavía más importante en algo como el caso de Jackie Robinson porque es algo que sucedió hace no mucho tiempo”, dijo Bryant. “Jackie Robinson murió en 1972, antes de que hubiera un manager negro en las Grandes Ligas” (Frank Robinson fue el primero en la Liga Americana con los Indios de Cleveland en 1975, y el primero en la Liga Nacional con los Gigantes de San Francisco en 1981).
“Los cuatro equipos más importantes del béisbol —los Medias Rojas, los Yanquis, los Cardenales y los Dodgers— en términos de historia, en términos de éxito, nunca han tenido un manager negro”, dijo Bryant. “Pero no estamos hablando sólo de un asunto racial. No estamos hablando sólo de béisbol. Es un ejemplo de lo que hemos avanzado y de los que nos hace falta avanzar. Existe esa sensación de que el 15 de abril de 1947 todo se enderezó. Pero fue sólo un comienzo”.