NUEVA YORK
El primer bat de los Piratas promedia .548 en su turno inicial.
El manager de los Piratas de Pittsburgh recomienda llegar temprano al estadio para no perderse el momento que Starling Marte toma el primer turno del juego.
¿Por qué? El jardinero dominicano batea para .548 (17 hits en 31 oportunidades) al abrir el primer inning esta temporada. También cuenta con tres bases por bolas, dos pelotazos recibidos y ha anotado 10 veces.
“Es sencillamente increíble que tenga esos números”, dijo el piloto Clint Hurdle. “Hay que llegar temprano al estadio, uno no puede perderse ese primer turno”.
Cuando planificaban la campaña, los Piratas no estaban muy seguros con Marte como su primer bate al considerar que no era muy selectivo en el plato.
“Sabía que me tocaba una enorme responsabilidad”, dijo Marte a The Associated Press. “No pienso en hacer otra cosa que hacer contacto con la pelota, llevarla al lado opuesto y llegar a base”.
Después de mes y medio, el rendimiento del jardinero izquierdo de 24 años han superado con creces las expectativas.
—Encabeza la Liga Nacional en hits (48) y comparte el liderato de carreras anotadas (29) con Shin-Soo Choo, de los Rojos.
—Comparte con su compatriota Jean Segura, de los Cerveceros, el liderato de juegos con más de un hit (16).
—Su porcentaje de embasado es de .399, el noveno mejor en su circuito. Luego que el 18 de abril se fue de 5-0 con cinco ponches, se ha embasado en 20 de sus últimos 21 juegos.
—También ha exhibido poder con sus cinco jonrones y acumula 10 bases robadas.
Nada mal para alguien que recién debutó en Grandes Ligas a finales de julio pasado, luego de un tránsito de seis temporadas en las menores.
Su bautizo en las mayores ofreció un adelanto de su innata habilidad a la hora de abrir un juego: como primer bate, disparó un jonrón al primer lanzamiento que vio.
“Tengo poder ocasional, pero no busco dar jonrones. Lo mío es poner la bola en el terreno y aprovechar la velocidad que tengo para llegar quieto”, dijo.
La aparición de Marte ha resuelto una de las principales carencias del equipo: un primer bate que se embase con regularidad. El año pasado, los bateadores que ocuparon el primer turno acumularon un porcentaje de embasado de .291, apenas superando a los lanzadores dentro de los nueve que conforman el orden ofensivo.