Destinados a un fracaso

San Diego
Will Myers es el único bateador de renombre en la alineación. Ninguno de los integrantes de la rotación que inició la temporada de 2016 permanece en el equipo. Inmersos en una profunda reconstrucción, los Padres de San Diego parecen encaminados a perder 100 juegos este año.
Frente a un panorama tan desolador, en el que abren el compás para el desarrollo de sus prospectos, lo mejor que pueden hacer los Padres es experimentar.
Y el experimento más curioso tiene como protagonista a Christian Bethancourt.
Si todo sale acorde a lo planificado, el panameño se desempeñará como jugador de posición —de receptor y hasta jardinero— y también trabaje de lanzador. Nadie lo ha hecho en las mayores desde Brooks Kieschnick, quien acumuló 42 apariciones como relevista, fue titular en cuatro juegos como en el bosque izquierdo y otros cuatro de bateador designado en 2004 con Milwaukee.
¿El último en actuar con por lo menos tres veces como pitcher y receptor en la misma temporada? Mike Ryba, por los Medias Rojas en 1942.
“Supongo que todo se trata de sacar tres outs en un inning.”, dijo Bethancourt, quien surgió como receptor con los Bravos de Atlanta. “Me toca ser un utility, por lo que debo prepararme para cualquier tipo de situación, en el jardín izquierdo, lanzar, receptor, designado, bateador emergente, lo que sea”.
Los Padres empezaron a tantear con la posibilidad de emplearle como pitcher cuando vieron que podía lanzar una recta sobre las 95 millas por hora.
“Nos aporta una versatilidad singular”, señaló el manager Andy Green. “Cuando lo tengamos en el bullpen, para lanzar en el séptimo, octavo o noveno inning, eso tendrán más prioridad que un turno como emergente. Cuando no está disponible para lanzar, podremos usarlo para defender (en los jardines) y llamarlo como emergente.