Mire, no le hagamos mucho al loco, lo bueno es que habrá beisbol. Para arrancar sin público en los estadios, pero mire, ya lo harán en Japón, de a poquitos, pero tendrán afición en los estadios. Si Estados Unidos puede controlar la pandemia, quizá se animen también.
Las Grandes Ligas han determinado que en el rol regular los equipos tengan diez juegos contra cada uno de sus rivales divisionales y también que no se hagan dos viajes a una misma ciudad. Esto me lleva a creer que tendremos de esas series raras de cinco juegos... bueno, le digo ’raras’ en una campaña que va ser así, bastante rara.
Cuarenta de los sesenta encuentros serán dentro de sus divisiones y para malestar de los puristas del beisbol, la Liga Nacional usará bateador designado y los partidos de extrainning se definirán con corredor en la intermedia sin outs a partir del décimo rollo. Digo, ni modo, démonos de santos que hay campaña.
Pero se viene lo suave, los equipos de las Mayores han iniciado sus procesos de exámenes y, tal como se esperaba, hay jugadores que padecen el covid 19. No es que sea una alarma, al menos no esperaría que personas en condición física como los peloteros deban tener problemas con eso. El asunto son otros, mánagers, trainers y en general toda esa población que hemos dado en identificar como ’de alto riesgo’
El asunto es que los equipos estarán en sus estadios y los viajes tendrán que ser ahora sí que en una burbuja. Llegada a hoteles y hasta se maneja que los jugadores regresen a sus días amateur, que no se bañen en las instalaciones de las sedes sino hasta llegar al hotel.
Canadá debe autorizar el ingreso al país, Florida registraba a mediados de esta semana arribita de los cien mil casos de covid 19, Arizona repuntó y son los dos estados donde sus gobernadores dijeron ’vénganse pa’ cá’ cuando parecía que medio controlaban el asunto. Pero es urgente que la vida siga, con o sin pandemia. A eso se deben las reactivaciones.
Para ’bien’Los que deben, al menos por un lado, ’agradecer’ todo este momento oscuro que pasa el mundo, son los Astros de Houston. Los campeones de la Liga Americana se han escapado de un tsunami de abucheos, pelotazos y lanzamientos ceñidos ya por casi tres meses luego que saliera a flote su estrategia de robo de señales.
Ya en la pretemporada a jugadores como José Altuve, Carlos Correa, Alex Bregman y compañía les llovió candela desde las gradas y uno que otro pelotazo mal disfrazado y se esperaba que eso aumentara en el rol regular, sobre todo cuando visitaran el estadio de los Yanquis de Nueva York o el de los Dodgers de Los Ángles. Y sin público seguro será menos el vendaval.
Ya lo sabe usted, todo este asunto del robo de señales le costó el puesto de mánager a Alex Cora en los Medias Rojas de Bston, así como a Carlos Beltrán sin dirigir un solo juego en los Mets de Nueva York. Ah pero el primero que rodó fue AJ Hinch, dirigente de los Astros en dos de las recientes series mundiales. Muchas gracias.
Comentarios: renec@eldiariodesonora.com.mx
Twitter: @RCATimes
Facebook: Diario Deportes
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest