Los 49’s de San Francisco estarán en casa el domingo 13 de septiembre por primera vez desde que vencieron a los Empacadores de Green Bay en la final de la NFC y los Cardenales con su quarterback y entrenador en jefe de segundo año van a tratar de dar una campanada que resuene.
Ya dejó de ser secreto hace meses, la llegada de receptor abierto Deandre Hopkins, para mi un top tres de la NFL, convierte al ataque de Arizona en una máquina de ganar yardas, que no es lo mismo que hacer puntos.
Arizona se quedó muy cerca, en noviembre pasado, de derrotar a San Francisco en su terreno y con un año de experiencia en la liga, el head coach Kliff Kingsbury y el mariscal de campo Kyler Murray esperan comprar la labor.
A mi juicio, el problema de los Cardenales va ser su mariscal de campo y su estatura de 1.77 metros que lo convierte en el más bajo de la NFL. Sus 93 kilogramos tampoco lo hacen duro de derribar así que tendría que seguir como lo hizo en Oklahoma y el año pasado, a correr.
Pero Murray es el hombre para Kingsbury. Le echó el ojo desde hace años cuando estudiaba en la preparatoria de Allen, en Texas y el coach dirigía a su alma mater Texas Tech.
Cuando se confirmó que los Cardenales tenían la peor marca del 2018 y era un hecho que tenían en su poder la primera selección del Draft del 2019, la organización no tuvo empacho en publicar una imagen en sus redes sociales donde aseguraban que su mariscal de campo titular, era Josh Rosen, sólo para recular a los meses.
La verdad, no lo hizo mal el pequeño Kyler. Sus tres mil 722 yardas, veinte touchdwons y doce pases interceptados hablan muy bien de él y la marca de 5-10-1 opaca, aunque no por mucho, el 3-13 de un año antes.
Antes de dejar a los Cardenales por la paz, a media semana acordaron una extensión de contrato con el dos veces jugador del Pro Bowl, Budda Baker para mantener una defensiva que tuvo sus buenos momentos en el 2019.
ProtestasAlguna vez Bruce Arians, en sus días de entrenador de los Cardenales, se molestó porque los aficionados de Arizona solían vender sus boletos a quienes visitaban el estadio para apoyar al equipo contrario. Una manera de sacar unos dólares extra.
Fácil para Arians decirlo puesto que su cuenta en el banco es de millones de dólares, o eso supongo.
Hoy con los Bucaneros de Tampa Bay y con Tom Brady como esperanza, Arians volvió a la polémica cuando dijo que las protestas de los jugadores servían para tres cosas.
Creo que la empatía ante el asunto de las protestas como que nos hace falta, peor es cuando el comentario viene de alguien que no es de las llamadas minorías.
Una semana y yaEl que ya casi nos toca la puerta es el futbol americano colegial, No, que no haya Pac 12 ni Big Ten nos quiere decir que estemos los sábados sin excusa para replanarnos en el sillón.
El 3 de septiembre inicia la campaña con conferencias no del llamado ‘power five’ (que este año serán tres), pero no hay cuidado, una semana después estarán en el resto, no tema, habrá futbol americano colegial este otoño y a lo mejor en primavera ya que las dos que pararon han considerado mover su calendario, claro, siempre y cuando don covid 19 lo permita. Muchas gracias.
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