Con un equipo joven, irreverente e inspirado, Ecuador goleó el martes 4-2 a Uruguay, que se estrelló como visitante en la segunda fecha de las eliminatorias mundialistas de Sudamérica y que sólo gracias a un hito de Luis Suárez evitó un bochorno mayor.
Este resultado pone a soñar a la afición ecuatoriana que difícilmente lo esperaba, debido a que la selección ecuatoriana se armó apenas la semana pasada bajo la dirección de Gustavo Alfaro, quien horas antes de enfrentar a Argentina en la primera fecha cumplió su primera práctica con jugadores recién llegados.
“Mi idea de partido era poner cuatro jugadores que estén acostumbrados a jugar en la altura en una zona (media) donde se iba a definir el partido ... entendíamos que si metíamos velocidad y teníamos posibilidad de poner una pelota a las espaldas de los volantes centrales uruguayos estaba la resolución del partido. Por suerte lo pudieron hacer”, destacó el argentino Alfaro, quien dirige a Ecuador desde hace poco más de un mes, en rueda de prensa.
La selección ecuatoriana impuso ritmo, velocidad y control de juego, para tomar la ventaja a los 14 minutos, con un tanto de Ángel Mena, del club mexicano León, como producto de un toque corto después del cobro de un tiro de esquina.
“Queremos escribir una nueva historia también, hoy se dio un paso importante queremos seguir con esa inercia, transmitiendo al país alegría así que esperemos que todos nos apoyen para lo que viene”, dijo Mena, quien explicó que “la altura tiene sus efectos, más allá de eso la actitud el rendimiento del equipo colectivamente fue muy superior hoy”.
Hacia el final del primer tiempo, Moisés Caicedo, del Independiente del Valle, aprovechó un mal rechazo de Diego Godín para conseguir el segundo tanto.
A los 52 minutos un jugada de filigrana terminó en gol, cuando Enner Valencia tocó de taco para Michael Estrada, del Toluca mexicano, que de frente al arco la tocó bajo y esquinado desde fuera del área.
Una nueva jugada de varios toques cortos terminó en anotación de un tiro seco del recién ingresado Gonzalo Plata, del Sporting de Lisboa, de Portugal, a los 74 minutos.
Para Uruguay descontó de tiro penal en dos ocasiones por medio de Luis Suárez, a los 83 minutos, y a los 4 del descuento.
Uno de los dos penales fue señalado mediante el videoarbitraje, que tuvo protagonismo en el encuentro. Se recurrió también al VAR para invalidar un gol por equipo.
El atacante del Atlético de Madrid llegó a 24 goles en eliminatorias y es el máximo goleador del certamen en solitario, por delante del argentino Lionel
Messi, quien tiene 22. Además, superó al brasileño Ronaldo como el máximo goleador sudamericano en competiciones oficiales (40 goles).
Desde los primeros momentos, Ecuador logró controlar la posesión y el ritmo de juego, con lo cual filtró entre líneas y explotó la velocidad para superar a los extremos uruguayos, imponiendo constante presión en todas las líneas.
Uruguay se paró en la cancha con un esquema defensivo, esperando a los ecuatorianos hasta con nueve hombres en su terreno.
En el esquema de transición rápida, florecieron las microsociedades entre Mena y Enner Valencia y Caicedo con Romario Ibarra, que mantuvieron bajo incertidumbre a la defensa uruguaya.
Tras recibir el primer gol, Uruguay buscó recomponer sus líneas se acercó al arco ecuatoriano. Suárez arrastró marcas, con Federico Valverde y José Cáceres.
Más allá de breves pasajes que terminaban en tres cuartos de cancha los visitantes no lograban acomodarse en la cancha y tampoco crear riesgo permanente en el arco ecuatoriano.
Para el segundo tiempo, los uruguayos se presentaron decididos a recomponer el esquema, nunca bajó los brazos y buscaba hilvanar ataques, pero nuevamente la velocidad y la audacia de los ecuatorianos fueron llevándolos hacia su propia cancha sobre todo por el lado de Matías Viña y por momento del propio Diego Godín.
Uruguay se estancó en tres puntos, los mismos que contabiliza Ecuador, que sin embargo cuenta con una mejor diferencia de goles.
“Hay un montón de cosas para mejorar, para corregir para tratar de perfeccionar porque tenemos que achicar el margen de error, trabajar más en determinados detalles, el tiempo es exiguo ... quiero recalcar la actitud la predisposición de los jugadores, la quiero marcar y subrayar absolutamente desde el más grande hasta el más chico”, valoró Alfaro.
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