Britney Spears y Justin Timberlake: el escándalo que marcó a una generación

Todo empezó en los estudios de Disney, donde ambos formaban parte del elenco de El Club de Mickey Mouse. Años después, cuando Britney ya era la princesa del pop y Justin el líder de *NSYNC, el romance se reavivó. "Eran el sueño americano hecho realidad", dirían después los tabloides. Hasta que dejaron de serlo.
En 2002, la ruptura se convirtió en campo de batalla. Timberlake lanzó "Cry Me a River", un video que insinuaba infidelidad por parte de Spears. La narrativa mediática fue brutal: ella era la villana. Lo que pocos sabían entonces:
Hoy, el episodio se revisa bajo otra luz. Documentales como Framing Britney Spears exponen el sexismo detrás del escándalo. Lo que entonces se vendió como drama adolescente, en realidad fue un ensayo colectivo sobre la misoginia en el entretenimiento. Una donde él podía reinventarse, y ella quedó atrapada en su propia leyenda.