Fue en el sexto juego del clásico cuando los zurdos mexicanos Víctor González y Julio Urías se fajaron en la loma para llevar a los Dodgers a la ganar su séptima Serie Mundial de su historia.
Víctor González con un sensacional relevo de 1 1/3 ponchando a los tres bateadores de la sexta entrada dio paso para que Julio Urías en un espectacular relevo de 2 ½ en donde no permitió hit, ponchando a cuatro, cerrando con una preciosa y fulminante recta de 97 millas para dejar parado a Willy Adames para que los Dodgers ganaran el clásico.
Atrás quedaron los cuestionamientos a Dave Roberts, los Dodgers son campeones y los aficionados de los Ángeles están felices y celebrando.
Además su short-stop Corey Seager resultó ser el jugador más valioso de la serie.
A propósito hay otro jugador que también merecía ésta distinción Randy Arozarena de los Rays que impuso marcas para novatos en postemporada con diez cuadrangulares y empató la marca de tres jonrones en Serie Mundial con Charlie Keller de los Yanquis que data desde 1939.
Fíjense amigos que en la historia solamente un jugador ha ganado el premio como jugador más valioso de Serie Mundial, pese a que su equipo perdió.
Me refiero a Bobby Richardson de los Yanquis.
En 1960 cuando perdieron ante los Piratas de Pittsburgh en siete juegos Bobby es el único jugador de segunda base en conseguirlo.
Con la derrota los Rays siguen sin ganar una Serie Mundial al igual que Seattle, Cerveceros, Padres, Rockies y Rangers.
Comentarios y sugerencias al 6311028598
Hasta la próxima.
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