La Serie de Campeonato de la Liga Nacional iniciaba con una energía palpable, y la afición local esperaba con ansias la actuación de su estrella, Shohei Ohtani. El japonés, quien había tenido una temporada histórica, buscaba mantener su ritmo arrollador.
En la segunda entrada, Ohtani conectó un sencillo productor que puso el marcador a favor de los Dodgers. Sin embargo, en el siguiente turno, intentó robar la segunda base, un movimiento que no había fallado en sus últimos 36 intentos. Esta vez, la suerte no estuvo de su lado. El receptor de los Mets, Francisco Álvarez, atrapó la pelota y lo puso out, rompiendo la racha de Ohtani.
Esta fue la primera vez que Ohtani era sorprendido robando una base desde el 22 de julio, cuando Patrick Bailey, receptor de San Francisco, lo había puesto out en la segunda base.
Ohtani se convirtió en el primer jugador en la historia de la MLB en alcanzar la marca de 50-50, con 54 jonrones y 59 bases robadas, en una sola temporada. Sin embargo, esta temporada no ha sido solo sobre su poder en el bate. Ohtani también ha demostrado su dominio en la lomita, liderando la Liga Nacional con 130 carreras impulsadas. Su desempeño en la temporada regular ha dejado una huella imborrable en el deporte, y su nombre se ha convertido en sinónimo de grandeza.