Ricky Pearsall, el receptor abierto que fue seleccionado en la primera ronda del draft de abril, regresará a la acción este domingo contra los Chiefs de Kansas City.
El regreso de Pearsall a los entrenamientos esta semana le dio al equipo un impulso emocional, según el entrenador en jefe Kyle Shanahan, quien también reveló que el receptor está listo para jugar contra los Chiefs, solo 50 días después de recibir un balazo en el pecho.
"Los muchachos están entusiasmados", comentó Shanahan sobre el regreso de Pearsall. "Ha estado con los chicos por un tiempo, así que no es como si no hubiera estado con ellos, pero ha estado practicando toda la semana. Ha sido genial verlo ahí".
La bala que recibió Pearsall no le provocó ningún daño en órganos o nervios, y el jugador pudo regresar a ponerse en forma nuevamente la siguiente semana en las instalaciones del equipo. El lunes regresó a los entrenamientos y está listo para contribuir contra los Chiefs, ya que el tercer receptor del equipo, Jauan Jennings, presenta una lesión en la cadera que lo alejará del campo.
"Lo que sea que se requiera", dijo Shanahan con respecto a lo que Pearsall hará el domingo. "Tiene roles en equipos especiales, también hay planes como receptor y veremos cómo se desarrolla el partido. Pero él está sano y está listo para jugar".
La noticia del regreso de Pearsall se suma a la de Jordan Mason (hombro) y Deebo Samuel (muñeca), quienes también pasaron la semana sin reveses y están listos para jugar el domingo.
El debut de Pearsall en la NFL será un momento especial, no solo para el jugador, sino para todo el equipo, que ha visto cómo ha superado un momento difícil para volver a la acción.