La victoria ante los Vikingos de Minnesota, que se habían mantenido invictos hasta ese momento, dejó claro que los Leones no son un equipo a tomar a la ligera.
La clave del triunfo de Detroit fue la eficiencia de su ofensiva, liderada por Jahmyr Gibbs, quien corrió para 116 yardas y logró dos touchdowns en el segundo periodo. Además, Jared Goff tuvo un desempeño sobresaliente, completando 22 de 25 pases para 280 yardas y dos touchdowns, sin pérdidas de balón.
El partido fue un verdadero thriller hasta el final. Los Vikingos, que habían recuperado la ventaja tras una jugada espectacular de Ivan Pace Jr, quien devolvió un balón suelto de David Montgomery para un touchdown de 35 yardas, se vieron obligados a utilizar sus tiempos fuera para detener el avance de los Leones.
Con solo 15 segundos por jugar, Jake Bates, el pateador novato de los Leones, se convirtió en el héroe del partido al conectar un gol de campo de 44 yardas, sellando la victoria de Detroit por 31-29. Bates se ha convertido en un arma letal para los Leones, con un perfecto 10 de 10 en goles de campo esta temporada.
La victoria no solo significó un golpe para las aspiraciones de los Vikingos, sino que además posicionó a los Leones como uno de los equipos más peligrosos de la liga, con un récord de 5-1.