Los Dodgers de Los Ángeles, con la mirada fija en su cuarto viaje a la Serie Mundial en los últimos ocho años, se preparan para un crucial sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Mets de Nueva York. La batalla se librará en el terreno, pero la estrategia del manager Dave Roberts gira en torno a una incógnita: quién liderará el ataque desde el montículo.
El panorama se presenta incierto. Los Dodgers recurren a su bullpen por tercera vez en esta postemporada, una táctica arriesgada que ya ha demostrado ser efectiva en momentos críticos. Sin embargo, el recuerdo del quinto juego aún perdura. Los Mets, con un ataque feroz, lograron romper la racha de 33 entradas consecutivas lanzadas en blanco por los Dodgers en los playoffs, un golpe que ha dejado huella en el ambiente de la ciudad angelina.
La incógnita en el aire es el estado de Freddie Freeman. El estelar primera base, quien sufrió un esguince en el tobillo derecho, es una pieza fundamental en la ofensiva de los Dodgers. La decisión de Roberts de incluirlo en la alineación dependerá de su recuperación, dejando una interrogante en el aire que podría definir el rumbo del juego.
La batalla por la victoria se intensifica, y la presión aumenta. Los Dodgers buscan asegurar su lugar en la Serie Mundial, mientras que los Mets, con la confianza a flor de piel, buscan dar un golpe certero que los acerque al título. El domingo por la noche, la historia se escribirá en el diamante, y la ciudad de Los Ángeles aguarda con la respiración contenida.