El partido contra el Brujas, equipo belga que siempre ha sido un rival difícil, se presentaba como un desafío para los rossoneri, pero la historia del partido terminó con un sabor a triunfo.
En el corazón de esta victoria se encontró Christian Pulisic, el joven atacante estadounidense que se ha convertido en una pieza clave para el Milan. En un momento clave del partido, a los 34 minutos, Pulisic sorprendió a todos con una acción espectacular: un gol olímpico, un tiro de esquina que se convirtió en gol directo sin que la pelota tocara el suelo. La sorpresa fue palpable en el estadio, el público enloqueció y los jugadores del Milan corrieron a abrazar a Pulisic, celebrando un gol que, sin duda, quedará en la memoria de los fanáticos.
El estadounidense, que lleva siete goles esta temporada con el Milan, sigue demostrando su calidad y su capacidad para marcar la diferencia en momentos cruciales. Además de sus goles, Pulisic ha sido fundamental en la creación de juego del Milan, con tres asistencias que evidencian su habilidad para conectar con sus compañeros y generar oportunidades de gol.