Se trata de Nolan Arenado, ocho veces All-Star y diez veces ganador del Guante de Oro. Su nombre ha estado ligado a rumores de intercambio durante semanas, y los Cardenales de San Luis, su equipo actual, han manifestado abiertamente su intención de buscarle un nuevo hogar. Habían surgido fuertes negociaciones con un equipo en específico, uno con aspiraciones de campeonato: los Astros de Houston.
Los Cardenales estaban dispuestos a ofrecer una suma considerable, entre US$15 y 20 millones, para ayudar a cubrir el salario de Arenado, que asciende a US$74 millones en los próximos tres años (considerando que los Rockies cubren US$10 millones como parte del acuerdo de traspaso de 2021, y US$12 millones se pagarán en forma diferida). Esto hubiera significado un desembolso para los Astros de entre US$40 y 45 millones durante ese periodo.
Sin embargo, un obstáculo inesperado se interpuso en el camino: "Nolan le informó al club de San Luis que no anulará su cláusula de rechazo de cambio para pasar a Houston," revelaron fuentes cercanas a las negociaciones. Aunque las conversaciones entre ambos equipos continúan, según algunas fuentes, “Definitivamente, no están cerca”, dejando entrever que la posibilidad de ver a Arenado con el uniforme de los Astros se desvanece.
El motivo detrás de la negativa de Arenado a unirse a los Astros aún no se ha aclarado públicamente. Su agente, Joel Wolfe, declaró recientemente: “Nolan está dispuesto a totalmente considerarlo, si es el lugar correcto. Pero no será a cualquier equipo”. La decisión de Arenado parece estar fuertemente influenciada por su deseo de integrarse a un equipo con posibilidades reales de conquistar la Serie Mundial.
Mientras tanto, el presidente de operaciones de béisbol de los Cardenales, John Mozeliak, afirmó el miércoles que “haré un intento” de cambiar al jugador de 33 años. La incertidumbre persiste, dejando a los aficionados a la expectativa y preguntándose cuál será el próximo destino de esta superestrella del béisbol. La temporada muerta apenas comienza y aún queda mucho por develar.