J. McConnell, ex base de los Wildcats e ídolo de la afición, fue incluido en el Anillo de Honor, un reconocimiento que resonó en cada rincón del estadio.
Pero la fiesta no se limitó a la ceremonia. En la cancha, Arizona se enfrentaba a Samford, un equipo conocido por su poder ofensivo, el segundo más anotador de la nación con un promedio de 90.5 puntos por juego. Sin embargo, la realidad del encuentro fue muy distinta a las expectativas previas. Caleb Love, con una actuación brillante, lideró la ofensiva de los Wildcats, anotando 18 de sus 23 puntos en la primera mitad. Su desempeño fue fundamental para construir una ventaja abrumadora que llegó a alcanzar los 25 puntos.
La superioridad de Arizona fue evidente desde el principio. El equipo encestó el 58% de sus tiros de campo, un impresionante 25 de 31 tiros libres, y superó a Samford por 25 puntos en contraataques. Este dominio, combinado con la efectividad en los tiros libres, resultó en una primera mitad que finalizó con un marcador de 56-33 a favor de los locales. “Una ventaja que nos permitió controlar el juego con firmeza,” comentó un analista deportivo tras el partido.
Aunque Samford logró recortar la diferencia al inicio de la segunda mitad, llegando a acercarse a 14 puntos, la reacción fue efímera. Arizona respondió con una contundente racha de 23-8, sellada por triples consecutivos de Anthony Dell'Orso, quien, junto con Trey Townsend, contribuyó con 14 puntos cada uno. Otros jugadores como Jaden Bradley y KJ Lewis también aportaron 11 puntos cada uno, demostrando la profundidad del equipo.
Del lado de Samford, Jaden Brownell lideró la ofensiva con 13 puntos, seguido por Trey Fort y Julian Brown con 11 cada uno. Sin embargo, su porcentaje de tiros de campo (37%) y la incapacidad para frenar la ofensiva de Arizona, resultaron en una derrota final de 96-64, que puso fin a una racha de cinco victorias consecutivas para los Bulldogs. La diferencia en los contraataques fue determinante, reflejando una superioridad estratégica por parte de los Wildcats.
El partido concluyó con un triunfo contundente para Arizona, que demostró un dominio notable en varios aspectos del juego, dejando una noche memorable para la afición local, marcada por la exaltación de una leyenda y un desempeño sólido de sus jugadores.