Los Detroit Lions, actualmente con un récord de 12-2, se enfrentan a un desafío importante. Este fin de semana enfrentan a los Chicago Bears (4-10), un partido crucial en su lucha por el liderato de la NFC Norte, donde comparten el primer lugar con los Minnesota Vikings. Pero la verdadera incertidumbre reside en el estado físico de algunos jugadores clave.
El "Estamos en un patrón de espera por ahora," declaró el entrenador Dan Campbell, refiriéndose a la situación del running back David Montgomery. Su lesión de rodilla, sufrida durante la derrota contra los Bills (48-42), inicialmente parecía una baja definitiva para la temporada. Sin embargo, la búsqueda de una segunda opinión médica ha dado un giro inesperado a la situación, manteniendo viva la esperanza de su regreso.
Mientras tanto, la lista de bajas en Detroit es considerable. El martes, los Lions colocaron a Alim McNeill (defensive tackle), Carlton Davis (cornerback), y Khalil Dorsey (equipos especiales) en la lista de reservas de lesionados (IR), elevando su total a un máximo de la liga con 21 jugadores. Esta situación crítica ha llevado a la franquicia a reforzar su plantilla.
Para compensar las ausencias, Detroit ha firmado a Anthony Pittman (linebacker) de la escuadra de prácticas de Jacksonville, un jugador con experiencia en 17 juegos de temporada regular y 3 de playoffs con los mismos Lions. Además, se incorporó Stantley Thomas-Oliver (cornerback), también procedente de la escuadra de prácticas, aportando profundidad a una posición debilitada por la lesión de mandíbula de Davis.
El regreso de Montgomery, aunque sea para los playoffs, sería un gran impulso para una ofensiva que necesita compensar las numerosas bajas defensivas, con un total de 16 jugadores en IR. El panorama para los Lions es complejo, lleno de desafíos y oportunidades, donde la resiliencia y la capacidad de adaptación serán vitales para alcanzar sus objetivos.