Hablamos de rivalidades intensas, de jóvenes promesas que despuntan y de veteranos que siguen demostrando su valía.
En Arizona, el panorama pintaba inicialmente prometedor. Los Wildcats, tras una destacada actuación en la temporada pasada, iniciaron el presente año con altas expectativas, ubicándose en el puesto 10 del ranking AP Top 25. Sin embargo, un inicio turbulento marcó el rumbo de los primeros meses.
La clave del cambio de rumbo se encuentra en la lesión del pívot titular, Motiejus Krivas, cuya lesión en el pie puso fin prematuramente a su temporada. Este contratiempo obligó a Henry Veesaar, un jugador inicialmente relegado a un rol secundario, a asumir una mayor responsabilidad. "Le he estado diciendo: 'Oye, Henri, te estás convirtiendo en un jugador de verdad'", declaró el entrenador Tommy Lloyd.
Veesaar, un pívot estonio de 2.13 metros, ha respondido de manera excepcional al desafío. Su rendimiento ha sido crucial en la remontada del equipo. Ha demostrado una notable evolución, promediando 8.1 puntos y 4.9 rebotes por partido, llegando incluso a anotar 19 puntos, su máxima en la temporada, contra Baylor.
Pero la resurrección de Arizona no se limita al sobresaliente desempeño de Veesaar. La recuperación de Caleb Love ha sido igualmente fundamental. Este escolta, Jugador del Año de la Pac-12 en la temporada anterior, experimentó un bajón inicial en su efectividad en tiros. Sin embargo, encontró su ritmo anotando al menos 23 puntos en tres partidos consecutivos, incluyendo una destacada actuación de 33 puntos contra TCU.
Además de las actuaciones individuales, el equipo ha mostrado una mejora significativa en la circulación de balón, recuperando la fluidez ofensiva que los caracterizó en temporadas anteriores. Actualmente, se ubican en el puesto 24 a nivel nacional en asistencias por partido, con un promedio de 17.4.
Con una racha de siete victorias consecutivas, Arizona (11-5, 5-0 Big 12) se sitúa en la cima de la clasificación de la Big 12, junto con Iowa State. Su camino continúa, con el partido contra Texas Tech como próximo reto en la lucha por consolidar su posición.