Escándalo de Amaño de Partidos Sacude al Fútbol Mexicano
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La Federación Mexicana de Fútbol (FMF), tras diez días de investigación interna, anunció una decisión contundente: presentar una denuncia formal ante la Fiscalía General de la República. Esta acción sin precedentes, indica la gravedad de la situación y el compromiso de la FMF en erradicar estas prácticas corruptas.
Seis jugadores del Real Apodaca y uno de Correcaminos UAT, todos de la tercera división, recibieron sanciones que suman un total de 57 años de suspensión. Las penas son dispares: dos jugadores, uno de cada equipo, fueron castigados con 16 años cada uno; tres más con siete años, y los dos restantes con dos años. “La FMF reitera su rechazo absoluto a este tipo de prácticas ilegales”, señaló el comunicado oficial.
La sanción no se limita únicamente a la inhabilitación para jugar. Los futbolistas implicados no podrán participar en ninguna actividad relacionada con el fútbol, ni siquiera en áreas administrativas. Esta medida busca cortar de raíz cualquier posibilidad de reinserción en el deporte. La FMF también informó que estos castigos serán notificados a la FIFA para su validez internacional.
Pero las acciones de la FMF van más allá de las sanciones individuales. Se impulsará una iniciativa de ley en el Congreso mexicano para endurecer las penas por amaño de partidos. Además, en colaboración con la Asociación Mexicana de Futbolistas, se implementarán talleres de sensibilización para jugadores, con el objetivo de fomentar la ética deportiva y la integridad profesional.
Se ha informado a los presidentes de todas las ligas, incluyendo las amateur, sobre las severas consecuencias de participar en este tipo de actos. Los clubes involucrados, Real Apodaca y Correcaminos UAT, recibieron una advertencia: cualquier reincidencia podría resultar en su desafiliación de la Federación Mexicana de Fútbol.
Aunque la FMF no ha revelado los nombres de los implicados ni los detalles específicos de los partidos amañados, medios locales apuntan a que los jugadores perdieron intencionalmente encuentros, incluso por márgenes de dos o más goles. El impacto de este caso, sin duda, tendrá repercusiones significativas en el futuro del fútbol mexicano.