Bach: Calma antes de la tormenta olímpica en Los Ángeles 2028

Una calma inusual considerando el panorama global y la proximidad de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, un evento que se perfila como un verdadero desafío.
El 20 de marzo se elegirá a su sucesor, quien heredará un COI financieramente sólido. Sin embargo, la sombra de un "nuevo orden mundial", como lo definió el propio Bach, planea sobre el futuro de los juegos. Este "nuevo orden", según sus palabras, llegará "con un estruendo", aunque se abstuvo de criticar directamente al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyas políticas podrían influir significativamente en la justa deportiva.
Entre los logros de Bach durante su mandato, destacan la promoción de la paridad de género y la inclusión de los 206 equipos nacionales, incluyendo a los atletas refugiados. Una política de neutralidad política, sin embargo, se enfrenta ahora a un dilema complejo ante la posibilidad de restricciones impuestas por el gobierno estadounidense sobre la participación de atletas, según las interpretaciones de género.
En una entrevista concedida a la Associated Press, Bach aseguró que confía en el apoyo de Trump a los Juegos: "También estoy convencido de que el presidente Trump y su administración apoyarán plenamente los Juegos Olímpicos". La respuesta del pueblo estadounidense, agregó, será crucial: "el pueblo estadounidense aprecia y ama que los Juegos se traten de deporte, pero son más que deporte. Querrán dar la bienvenida a los atletas de todo el mundo".
Pero la situación no es sencilla. El COI ha defendido recientemente a las boxeadoras Imane Khelif y Lin Yu-ting, medallistas olímpicas, descalificadas de los campeonatos mundiales de 2023 por la Asociación Internacional de Boxeo (AIB), respaldada por Rusia, bajo acusaciones cuestionables: "Estas dos boxeadoras nacieron como mujeres, fueron criadas como mujeres, compitieron como mujeres y nadie ha afirmado siquiera que sean transgénero… Lo que sucedió allí fue una campaña de desinformación liderada por Rusia que distorsionó la verdad, los hechos", afirmó Bach.
El legado de Bach, marcado por la gestión de dos Juegos Olímpicos afectados por la pandemia, tensiones geopolíticas, el dopaje ruso y la agresión militar en Ucrania, incluye también una reforma en la elección de sedes, eliminando las prácticas opacas y vulnerables a la corrupción: "La atmósfera simplemente no era limpia, no era sobria. Puso en duda toda la credibilidad del COI".
Su mandato se extenderá hasta el 23 de junio, Día Olímpico. Después, según sus propias palabras, le esperan un descanso y una peregrinación a Santiago de Compostela: "Las primeras cuatro semanas supongo que dormiré… Luego haré una peregrinación a Santiago de Compostela completamente solo y espero obtener algo de inspiración para mi futuro".