Deyna Castellanos y el dilema de las futbolistas internacionales: visas, política y deporte

El caso de Deyna Castellanos, delantera estelar de las Portland Thorns, ha puesto de manifiesto estas dificultades. Castellanos decidió no participar en los recientes partidos de la selección venezolana debido a preocupaciones sobre su posible regreso a Estados Unidos. “La incertidumbre de, ‘sí, puedo ir a casa, pero no saber si puedo volver’, es algo que da mucho miedo”, confesó la jugadora esta semana.
Pero Deyna no está sola. Cuatro jugadoras de la NWSL de Zambia –Barbra Banda, Grace Chanda, Prisca Chilufya del Orlando Pride, y Racheal Kundananji de Bay FC– tampoco fueron convocadas para partidos en China. El secretario general de la Federación de Fútbol de Zambia, Reuben Kamanga, atribuyó la ausencia a “medidas de viaje adicionales introducidas por la nueva administración en Estados Unidos”, sin especificarlas.
La NWSL, a través de un comunicado, reconoció las “presiones únicas que enfrentan las atletas internacionales en el clima geopolítico actual”. La liga se comprometió a colaborar con la FIFA y otras entidades para buscar soluciones que protejan la capacidad de las deportistas para competir tanto a nivel nacional como internacional. Este compromiso enfatiza la necesidad de un diálogo constante entre las ligas, clubes y selecciones nacionales para equilibrar la competencia internacional con el bienestar de las atletas.
La situación se complica aún más con las políticas de la administración estadounidense dirigidas a deportistas transgénero. La mediocampista canadiense Quinn, quien se declaró no binaria en 2020, se unió a la Northern Super League de Canadá este año. Al ser consultada sobre si el ambiente en Estados Unidos influyó en su decisión, Quinn respondió que “definitivamente cruzó por mi mente y jugó un papel en mi comprensión de lo que está sucediendo en Estados Unidos”.
El panorama se presenta complejo y con implicaciones más allá del deporte. La incertidumbre y las preocupaciones sobre visas y restricciones de viaje impactan directamente la carrera profesional de estas jugadoras, quienes se ven obligadas a tomar difíciles decisiones entre su compromiso con sus selecciones nacionales y su seguridad personal y profesional en los Estados Unidos.