Umpire impactado: Tensión en juego Mellizos-Mets

El evento ocurrió en la séptima entrada. Un batazo de foul, salido del bate del jardinero central de los Mets, Tyrone Taylor, impactó directamente al umpire Hunter Wendelstedt, quien se encontraba detrás de la primera base. El impacto fue contundente, causando una escena de preocupación inmediata en el campo. Tanto Taylor como el lanzador de los Mellizos, Louis Varland, manifestaron su conmoción tras presenciar el golpe directo a Wendelstedt.
El veterano umpire, con 28 temporadas en las Grandes Ligas y 53 años de edad, cayó al suelo instantáneamente. Según el jefe de equipo, Todd Tichenor, "Le golpeó sólido en la cabeza. Fue aterrador". Wendelstedt permaneció en el suelo por varios minutos mientras recibía atención médica, logrando posteriormente levantarse y caminar lentamente, con una toalla presionada contra el lado izquierdo de su cabeza, mostrando la gravedad del golpe.
Tras el incidente, Wendelstedt fue trasladado a un hospital para someterse a una serie de exámenes adicionales. Según las declaraciones oficiales de las Grandes Ligas, “Nos alienta que estuviera de buen ánimo cuando se puso en contacto con nuestro personal médico… Continuaremos monitoreando su estado”. Tichenor añadió que Wendelstedt estaba consciente y podía hablar tras el incidente, aunque se le aplicó el protocolo para conmoción cerebral. “Espero que sólo sean algunos puntos de sutura, es lo que pienso”, comentó Tichenor, expresando el deseo general de una pronta y completa recuperación.
El incidente dejó una profunda huella en los jugadores. El primera base de los Mellizos, Ty France, expresó su conmoción con la frase: “Sucedió muy rápido… Sólo rezo por una pronta recuperación porque nunca quieres ver que algo así suceda”. Esta impresión se extendió a todo el equipo, como resaltó Tichenor: “Nos hizo a todos detenernos y pensar”. El umpire de segunda base, Adam Hamari, reemplazó a Wendelstedt en el resto del juego.
Mientras el partido continuó, la preocupación por la salud de Wendelstedt permaneció latente, eclipsando por momentos la emoción del juego mismo. La incertidumbre sobre su estado de salud dejó una sensación de inquietud entre jugadores, fanáticos y la comunidad beisbolística en general.