Clásico Barcelona-Real Madrid: Un duelo crucial por la Liga

El Barcelona, a pesar de la dolorosa eliminación de la Champions League ante el Inter de Milán (7-6 en el global), mantiene una ventaja de cuatro puntos sobre su eterno rival en la Liga española. La victoria del martes en la prórroga, que selló el pase del Inter a la final, dejó un sabor amargo a los culés, quienes estuvieron a punto de alcanzar la final europea por primera vez en una década. “Este partido ha terminado y ahora tenemos que levantarnos y mirar hacia adelante, ya que tenemos el clásico por delante. Despertaré al equipo”, declaró un Hansi Flick visiblemente afectado tras el partido en San Siro.
Para el entrenador del Barça, el partido del domingo representa una oportunidad inmejorable para redimirse y, sobre todo, para afianzar el liderato liguero. Un triunfo les daría un margen considerable a falta de tres jornadas. Sin embargo, una victoria del Real Madrid reavivaría la lucha por el título hasta el final. El doblete doméstico – ya con la Copa del Rey en la vitrina tras vencer 3-2 al Madrid en tiempo extra hace dos semanas – se presenta como el objetivo prioritario. De conseguirlo, los azulgranas completarían una barrida impresionante de los cuatro clásicos de la temporada.
Pero el camino no será fácil. El Real Madrid, a pesar de una temporada irregular, llega con la intención de defender su corona liguera. Las bajas en la defensa merengue son significativas. La lista de lesionados incluye a Rüdiger, Militão, Carvajal y Mendy, además de Camavinga. Esto obligará a Carlo Ancelotti a improvisar con jugadores como Raúl Asencio y Tchouaméni en la zaga. En contraste, el Barcelona espera la recuperación de Alejandro Balde, mientras que Jules Koundé queda descartado.
En el ataque, la duda se centra en la titularidad de Lewandowski. Su participación en el último partido contra el Inter fue testimonial. La ausencia de Koundé y la baja de Balde son golpes duros para la defensa culé, dejando la tarea de frenar a Vinicius Jr. en manos de Ronald Araújo o Éric García. El despliegue ofensivo del Barça, liderado por Raphinha, Lamine Yamal (quien, a pesar de su gran actuación contra el Inter, no pudo marcar) y Lewandowski, intentará aprovechar las debilidades defensivas del Madrid. Con un promedio goleador superior (91 goles del Barça contra 69 del Madrid), se espera un partido con alto voltaje ofensivo.
La posibilidad de que este partido sea el último gran desafío de Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid añade un elemento extra de interés. Aunque tiene contrato hasta la próxima temporada, su salida parece inminente. Brasil lo corteja desde hace tiempo, y Ancelotti ha eludido las preguntas sobre su futuro, prometiendo una declaración al finalizar la liga.
Lamine Yamal, en un mensaje en las redes sociales del club, resume el sentimiento del equipo: “El domingo es otra final y hay que estar todos juntos”. El clásico se presenta como un enfrentamiento de alta tensión con un panorama incierto, donde la historia y la rivalidad entre ambos clubes se unen para presenciar un encuentro que promete emociones fuertes.