Denver Nuggets blindan su futuro con fichajes clave y estrategia clara

"Mi plan es ser un Nugget para siempre", soltó Nikola Jokic con esa mezcla de sinceridad y pragmatismo que lo caracteriza. La frase, aunque parece sacada de un discurso de lealtad, encierra algo más profundo: un entendimiento tácito entre la franquicia y su figura más importante. Mientras otros jugadores de su calibre presionan por cambios o exigen refuerzos, el dos veces MVP prefiere hablar de "recompensas naturales" y dejar claro que su prioridad es el éxito colectivo.
Pero no todo queda en palabras. La directiva de Denver ha movido piezas clave:
Lo interesante aquí no es solo el nombre de los fichajes, sino el perfil. Valanciunas ofrece solidez defensiva y puede alternar con Jokic en la pintura. Hardaway Jr. aporta tiros de media distancia cuando el reloj apremia. Y Johnson suma versatilidad en ataque. Son piezas que, en teoría, evitan el desgaste del serbio cuando más importa: en playoffs.
Jokic lo sabe. Por eso bromeó sobre "salvar la carrera de Brown otra vez", pero entre risas dejó caer la verdad: esta renovada rotación no es casualidad. Es la respuesta a lo que Oklahoma City les enseñó en aquellas semifinales de conferencia. Profundidad o muerte.
Queda una incógnita flotando: ese contrato de 293 millones que Jokic podría firmar en 2026. El propio interesado lo llamó "recompensa", no prioridad. Pero cada refuerzo, cada ajuste en el banquillo, cada apuesta por veteranos con hambre de anillo parece un mensaje claro: Denver no solo quiere retener a su estrella, sino darle razones para quedarse.