Crisis en Rockies: Despido de Black y futuro incierto

La atmósfera es cargada, incluso para quienes están acostumbrados a la presión del deporte profesional.
El despido de Bud Black, manager de los Rockies, tras un inicio de temporada catastrófico de 7-33, ha sacudido los cimientos de la franquicia. Black, el manager más ganador en la historia del equipo, dejó un vacío que ahora intenta llenar Warren Schaeffer, promovido a manager interino. Este cambio, anunciado tras una derrota abrumadora de 21-0 ante los Padres, se dio en un contexto complicado, incluso coincidiendo con la derrota de los Nuggets de Denver en su serie de playoffs.
Para Kyle Freeland, lanzador zurdo y nativo de Denver, la situación es especialmente difícil. "Está sobre los hombros de todos nosotros," comentó Freeland, quien lleva la pasión por su equipo en la piel, literalmente, con tatuajes que reflejan su profundo arraigo con la ciudad: la elevación (5280 pies), el código de área (303) y un contorno de las Montañas Rocosas. Sus emociones están a flor de piel, y la frustración es evidente.
Los números hablan por sí solos: los Rockies tienen el peor inicio desde los Orioles de Baltimore de 1988 (6-34), proyectándose hacia una temporada con más de 134 derrotas. El equipo es penúltimo en carreras anotadas, a pesar de jugar en el Coors Field, un estadio favorable para los bateadores, y lidera las Grandes Ligas en ponches. Su cuerpo de lanzadores, por su parte, ha permitido la mayor cantidad de carreras de toda la liga.
El impacto del cambio se extiende más allá del campo. Bill Schmidt, gerente general de los Rockies, destaca la importancia de la comunicación y la conexión con los jugadores como factores clave en la decisión de nombrar a Schaeffer. “Simplemente, cómo se comunica y se relaciona con los jugadores, su conexión con ellos… una voz diferente,” afirmó Schmidt.
Mientras tanto, jugadores como Ryan McMahon intentan mantener la perspectiva. "El récord es lo que es en este momento. No afecta el juego de esta noche y no afecta los juegos después de eso," expresó McMahon. La tarea es monumental: evitar una tercera temporada consecutiva con más de 100 derrotas, algo que requiere un giro radical en su rendimiento.
El panorama es sombrío, pero la historia de los Rockies está llena de altibajos. Freeland, quien debutó en las Grandes Ligas bajo el mando de Black, recuerda su orgullo por la franquicia y su anhelo por liderar al equipo hacia un futuro mejor. El camino es largo y difícil, lleno de desafíos para los Rockies y su nuevo liderazgo.