No era cualquier jugador: se trataba de Mariano Rivera, el cerrador legendario cuyo nombre sigue resonando en las gradas de Nueva York.
"Fue un día divertido hasta que nos enteramos de lo de Mariano. Se lesionó el tendón de Aquiles", confesó Roger Clemens, otro miembro del Salón de la Fama, a la periodista Suzyn Waldman. La escena dejó a todos paralizados. Rivera, de 55 años, acababa de conectar un sencillo ante su excompañero Andy Pettitte y corría con facilidad, como en sus mejores tiempos. Pero al perseguir un elevado, su cuerpo respondió de la peor manera.
Detalles clave de la lesión:
- Tipo de lesión: Desgarre completo del tendón de Aquiles.
- Tratamiento: Cirugía programada dentro de una semana, según confirmó su agente, Fern Cuza.
- Antecedentes: En 2012, Rivera sufrió una rotura del ligamento cruzado durante prácticas en Kansas City, pero logró regresar para su despedida en 2013.
El partido de veteranos, que precede al juego oficial de los
Yankees, ya había dejado malas experiencias antes. En 2017, Paul O’Neill, ahora analista, sufrió un tirón muscular en plena carrera. Pero esta vez, la magnitud fue distinta. Rivera no solo es el
líder histórico en salvamentos (652), sino el único jugador en entrar al Salón de la Fama por unanimidad. Su legado incluye:
- 5 anillos de Serie Mundial.
- 42 salvamentos en postemporada.
- 13 participaciones en el Juego de Estrellas.
Mientras los
Yankees derrotaban 5-4 a los Astros en el duelo regular, el ambiente seguía pesado. Rivera había sido parte central de la celebración por el 25° aniversario del equipo campeón del 2000. Incluso conectó un jonrón dentro del parque en la edición de 2019. Horas antes de la lesión, el panameño había hablado sobre la mentalidad necesaria para superar baches:
"Si no tienes confianza en ti mismo, estás en el deporte equivocado". Palabras que ahora resuenan con otra intensidad.
Derek Jeter, capitán de aquella dinastía, envió un mensaje en video durante el homenaje. Clemens, por su parte, asistió por primera vez al evento. Pero todo quedó en segundo plano. La imagen de Rivera cayendo en el outfield, lejos de los montículos que dominó por dos décadas, será difícil de olvidar.
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