El silencio previo al estallido duró menos que un pestañeo.
"Sabíamos que era la última oportunidad. No había margen para errores", confesó después Diana Flores, la quarterback que se ha convertido en el rostro del flag football mexicano. Su pase perfecto encontró a Victoria Chávez en el rincón más alejado del campo, sellando un 26-20 histórico contra Estados Unidos.
La victoria no llegó regalada:
- Madison Fulford había empatado el partido a falta de 33 segundos con un touchdown que parecía condenar a México
- El punto extra convertido por Izzy Geraci puso a las estadounidenses arriba por primera vez en el encuentro
- El reloj avanzaba implacable cuando las mexicanas recibieron la última oportunidad ofensiva
Lo que sigue ya es historia.
México no solo defendió su título mundial, sino que envió un mensaje contundente de cara a
Los Ángeles 2028, donde el
flag football debutará como deporte olímpico. La precisión quirúrgica del equipo tricolor dejó en evidencia que su primer campeonato no fue casualidad.
Detrás del triunfo hay una estructura que pocos países han logrado replicar. Mientras el flag football crece como fenómeno social en plazas y universidades mexicanas, la selección ha refinado un estilo que combina:
- Velocidad de lectura defensiva
- Creatividad en jugadas diseñadas
- Disciplina táctica heredada del futbol americano tradicional
El partido contra Estados Unidos, cuna del football tradicional, mostró cómo México ha reinventado este deporte. Cada intercepción, cada carrera evadida y cada pase certero fueron el resultado de años perfeccionando un modelo que ahora domina el panorama internacional. Cuando el Comité Olímpico Internacional buscaba una disciplina joven y dinámica, difícilmente imaginó que encontraría en México a su primer gran favorito.
Facebook
Whatsapp
Linkedin
Pinterest