México, DF
Sasha, Benny y Erik viajaron a su pasado musical en solitario, durante el concierto que ofrecieron ante casi 10 mil personas como parte de su gira nacional.
Ante sus eufóricos y fieles seguidores que han seguido su carrera desde 1982, cuando pertenecieron al afamado grupo Timbiriche, interpretaron 22 temas durante hora y media de concierto como parte de su tour Primera Fila.
En el majestuoso Auditorio Nacional de esta capital, Sasha, Benny y Erik no sólo deleitaron a la generación Timbiriche con sus clásicos, sino también aprovecharon para rendir un homenaje a Gustavo Cerati, vocalista de Soda Stereo (1982-1997) y quien desde el 15 de mayo de 2010 está en coma tras sufrir un accidente cerebrovascular isquémico.
El show sobresalió por los nuevos arreglos musicales que hicieron a sus grandes éxitos, pero también porque no escatimaron en gastos de producción al proyectar videos e imágenes a gran escala a través de tres pantallas gigantes móviles de LED.
A las 20:46 horas se apagaron la luces de la sala y a un volumen bajo que poco a poco fue incrementando su intensidad, se escucharon estrofas de algunas de las canciones que han construido la carrera del trío: “Siento”, “Cielo” y “Justo en el momento”, por citar algunas.
Con “Tonto corazón”, “Cuando mueres por alguien” y “No me extraña nada”, precisamente los primeros sencillos en su faceta como solistas de Benny, Erik y Sasha, respectivamente, inundaron de nostalgia al público, hombres y mujeres de entre 20 y 45 años.
“Buenas noches Auditorio, buenas noches México. Es un privilegio para Sasha, Erik y para mí estar nuevamente en casa, en un lugar muy especial para nosotros y obviamente es un privilegio compartirlo con todos y cada uno de ustedes”, comentó Benny.
“Gracias por haber escogido estar con nosotros acá. Este es un viaje, es un recorrido, es un ejercicio de amor, de reconexión a través de las canciones, a través del tiempo, de 32 años de ser cómplices”, expuso.
“Los que estamos acá arriba vamos a entregar todo y necesitamos que ustedes también lo hagan”, expresó Benny a manera de bienvenida.
Para encender los ánimos, el hijo de los rocanroleros Julissa y Benny Ibarra, ataviado con camisa blanca, corbata y pantalón negro, propuso que la gente de un extremo saludara de lejos al lado opuesto de la sala, también los de abajo a los de arriba y viceversa.
“Lo que sigue es una historia de amor, una de las canciones inéditas de esta Primera Fila. Una canción que ‘Solo tú’ sabes que es de verdad y que viene del corazón. ¿Están listos para el viaje? Bienvenidos”, añadió Benny.
Con un vestido camisero azul rey en tonos verdes, así como botas vaqueras de color café, Sasha hizo derroche de sensualidad con sus movimientos de cadera y brazos, mientras se asomaba a discreción su sostén de color fuscia.
Fue el momento en que entregó “Serás el aire”, mientras se observaban imágenes de nubes a través de las pantallas instaladas a sus espaladas y que poco a poco los fueron “transportando” hacia la Luna, todos arriba de una silla.
Con “Cada beso”, primer sencillo de su disco “Primera Fila”, lograron que la gente se pusiera de pie por primera vez desde el inicio del recital.
Tras un coro monumental que acompañó sus voces, Sasha, quien en su etapa de solista y por la tonalidad de su vestimenta, de 1987 a 1990, recibió el sobrenombre de “La dama de negro”, tomó el micrófono para hablar con sus fans.
“Hay músicos que tienen una capacidad enorme de hacernos vibrar, de hacernos sentir, de poner en palabras y en acordes eso que nosotros sentimos, con lo que vibramos. Pero quizá para ser un músico, un compositor o cantante hace falta tener el corazón muy abierto y ser un canal por el que fluye esa energía”, dijo.
“Y tal vez haciendo eso fue como él nos conquistó con sus juegos de seducción. Aún hoy, estando dormido, está más presente de lo que quizá la mayoría de nosotros jamás estará. Creo que desde que él está aquí, la Tierra ya no extraña a un hombre al lado, ésta va para ti, Gustavo Cerati”, comento Sasha.