México, DF
Laura Bozzo es conocida por muchas cosas, pero su buen gusto para vestir no es una de ellas; es más, si se supiera que realmente le invierte a su guardarropa, más de alguno se sorprendería mucho.
Bozzo es delgada y con muy buena silueta (real o adquirida, ya es otro asunto), evidentemente se cuida y recurre a los últimos avances de la ciencia cosmética para mantener su aspecto, su pelo siempre luce impecablemente teñido y peinado, entonces ¿por qué ni siquiera se le menciona entre las famosas con estilo?
Aunque el buen gusto es un asunto subjetivo, para el ojo entrenado es relativamente fácil notar su presencia (y su ausencia).
La conductora favorece el uso de escotes y prendas nada discretas y con brillo que aunque muy probablemente sean de marcas caras o aún de diseñador, son más llamativas que elegantes, además Bozzo tiende a buscar presumir su figura con su elección de prendas —razonable cuando se es delgada y bien formada— pero lamentablemente, la ropa cercana al cuerpo es generalmente diseñada para mujeres mucho más jóvenes que la señorita Laura, quien, de acuerdo con Wikipedia, tiene 62 años. Uno de los cánones más inamovibles del buen gusto dicta que uno debe vestir de acuerdo con su edad.
De acuerdo con el experto en moda Bernardo Hernández, coeditor de la publicación de moda DE ÚLTIMA, hay un divorcio entre lo que Bozzo quiere proyectar como persona pública y lo que se pone: “La imagen que Laura Bozzo quiere vender es la de una mujer cercana al pueblo, preocupada por los humildes y los que menos tienen, esto no corresponde en modo alguno con su guardarropa, al que definitivamente le invierte.
Es una tentación muy grande para las estrellas del espectáculo, por lo menos en México, lucir lo que su trabajo les ha costado ganar, pero también es importante ser congruente con el propio discurso”.
Y para muestra, un botón. Hace unos días la conductora lucía unas botas del diseñador Christian Louboutin con un precio de lista de mil 445 euros (25 mil 343 pesos) y un cinturón Hermès que cuesta cerca de 790 dólares (10 mil 285 pesos).
A pesar de sus Louboutins y sus Hermès, Bozzo no goza de una reputación de estilosa ¿será que su personalidad —propensa al escándalo y contraria a la discreción— contrarresta a su guardarropa?.