Cantantes y actrices no se salvan, Su batalla: anorexia

Ana Bárbara notó que había un cambio en su apetito y decidió pedir ayuda para superar el padecimiento; Karla Álvarez y Anahí decidieron tratarse

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México, DF.

Ana Bárbara notó que había un cambio en su apetito y decidió pedir ayuda para superar el padecimiento; Karla Álvarez y Anahí decidieron tratarse.
Karla Álvarez batalló en silencio contra la anorexia y la bulimia, lo que le ocasionó el paro cardiorrespiratorio que la llevó a la muerte, ese fue el informe de autoridades de la Procuraduría General de Justicia del DF, de acuerdo con reportes de la familia.
Siempre discreta en su vida privada, la actriz lució una figura muy delgada que con frecuencia ponía en duda su salud, pero fue hasta su muerte que el diagnóstico fue confirmado.
Ana Bárbara, quien sufrió este trastorno alimenticio, reconoce que interiorizó el problema cuando notó su falta de apetito y le comenzó a preocupar pesar 60 kilos midiendo 1.72 metros, por lo que se internó en Barcelona.
Me di cuenta que no yo no podía sola y busqué ayuda para poder aprender y eliminarlo de mi vida. El objetivo es descubrir los detonantes y alejarse de ellos, llenar esos vacíos en cosas positivas como el ejercicio, el trabajo, la lectura”.
Y lo logró. La intérprete de Bandido” ha controlado la enfermedad. Mi único consejo para cualquiera es que si no pueden controlarse solos, busquen la ayuda profesional, ya que todos estamos expuestos a eso”, dijo Ana Bárbara.
Anahí estuvo enferma durante cinco años (desde los 13) y luchó durante tres para mejorar lo que en ese tiempo vio natural; la actriz y cantante tocó fondo al dejar de aceptar alimento y cuando su corazón se detuvo unos segundos.
La actriz y ex Nuestra Belleza Vanessa Guzmán también cayó en la trampa de hacer todo lo posible para verse esbelta, perjudicando tanto su salud como sus emociones.
Eiza González ha negado padecer la enfermedad, pero acepta que le impacta la presión mediática por lucir con una delgada figura, por lo que considera que su peso y medida están en lo normal: 57 kilos y 1.72 metros.
Julieta Ponce, nutrióloga del Centro de Orientación Alimentaria, explica que en la sociedad persiste la presión por lucir bien. Una mujer mexicana que hojea una revista ya está sintiendo la presión por los patrones de construcción de la belleza y la salud; todos los que vienen prefieren que la báscula se mueva hacia abajo que bajar puntos de concentración de glucosa en la sangre, lo que los pone en riesgo de una enfermedad cardiovascular”, complementó la especialista.
El 95% de los pacientes que llegan lo hacen por control de peso y, sea cual sea la situación quieren bajar más; lo que he visto es que quien trabaja en televisión se encuentra con la presión no sólo social sino laboral que hace arriesgar la salud por una exigencia de aparecer en cuadro”, dijo.

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