Crisis en la tierra en The Flash
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El Diario de SonoraVANCOUVER, CAN
El Departamento de Policía de Central City recibe a sus visitantes con las puertas abiertas. Es una hora donde la oficina central está vacía, el detective Joe West (Jessie L. Martin) y el tutor sustituto de Barry Allen también está ausente.
Quizá es porque The Thinker y The Mechanic están aterrorizando la ciudad, uno de los atractivos para la cuarta temporada de The Flash que se estrena a las 20:00 horas por Warner Channel.
Ambas escaleras conducen al laboratorio de Barry, con su pizarra repleta de apuntes, tubos de ensayo vacíos y esparcidos, estantes llenos de libros y material de laboratorio; hojas y el ventanal reconstruido por donde lo impactó el rayo que lo convirtió en Flash. Él tampoco estaba.
De vuelta al vestíbulo uno se encuentra con una placa dorada, emblema del Departamento con la leyenda “Verdad, libertad, justicia”. Pero su simbología estremece a cualquier amante de las novelas gráficas de DC. Cada uno de los dioses griegos del mural, representan a un miembro de la Liga de la Justicia: Superman (Zeus), Batman (Hades), Hera (Mujer Maravilla), Flash (Hermes), Flecha Verde (Apolo), Aquaman (Poseidon) y Linterna Verde (Hefesto).
Después de recorrer el departamento de Barry y Laboratorios S.T.A.R, Excélsior por fin se encontró con Grant Gustin, el hombre detrás del velocista que ha consumido su verdadera identidad.
“Las bromas han crecido”, dice antes de tomar una pausa para reírse, “ahora mi vida se trata de ‘bromas fugaces’ como aventarnos unas carreritas o cosas así. En realidad, sólo lo he hecho con tres personas: un amigo y dos miembros de la producción.
“Pero cada uno de ellos han sido chicos muy confiados en los que yo estaba muy seguro que podría ganarles”, agregó Gustin, de 27 años.
Pero a la hora de acabar con los Renegados, Flash ha necesitado más que correr para derrotarlos. Golpea, choca contra paredes, atraviesa vidrios, se expone a químicos, fuego, hielo, escenas que dejan de ser una broma y se convierten en un reto para la producción.
Incluso para Gustin, que ha hecho una mancuerna con su doble, Cody Laudan, para hacer lo más real posible las escenas de acción.
“Ellos jamás me dejarían, la otra vez hubo una escena donde Cody atravesó un vidrio y siempre acaban cortados, con suturas por todos lados, así que sólo participo en pequeñas cosas medio divertidas.
“Como en la primera temporada que me amarraron a un arnés, cuando Robbie Amell interpretó a Firestorm, y disparaba una llamarada a Barry y me aventaron lejísimos para caer parado, fue como a una altura de seis metros”, contó.
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