Milla Jovovich cría mujeres libres
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El Diario de SonoraMilla Jovovich tuvo en su madre un gran ejemplo de fortaleza y determinación, pues ante un contexto poco favorecedor, dejó en la década de los 80 la entonces Unión Soviética y viajó a Estados Unidos, un país completamente ajeno a ella, para criar sola a su hija. Ese ejemplo de empoderamiento femenino quedó sumamente marcado en la entonces joven Milla, ahora madre de tres niñas, que para ella es completamente normal que una mujer muestre fortaleza y tesón para salir adelante, poder cumplir sus metas y realizarse en cualquier ámbito.
“Para mí es importante enseñarle a mis hijas que tienen que ser fuertes. A lo largo de la historia hemos visto que las mujeres han tenido posiciones secundarias a los hombres y en muchas partes del mundo las mujeres no pueden acceder a la educación o a ciertos puestos de trabajo, por eso para mí es importante que mis hijas puedan entender qué tan afortunadas son, qué tan fuertes deben ser y que puedan apreciar las libertades que tienen como mujeres, que pueden elegir, que pueden tener las mismas oportunidades y los mismos derechos que los hombres. Es por eso que quiero que ellas sigan luchando”, comentó en entrevista exclusiva para Excélsior, Milla Jovovich.
La actriz de 45 años se convirtió en madre por primera vez en 2007, repitió la experiencia en 2015 y en febrero de 2020 dio a luz a su tercera hija. Las tres son producto de la relación que sostiene con el director Paul W.S. Anderson, con quien Milla catapultó su carrera en Hollywood gracias a la saga de Residente Evil.
“Mi familia ha sido todo para mí. Ser madre también lo es, pues desde joven siempre deseé tener hijos, aunque también mi carrera es importante, por eso ha sido vital poder compaginar mi carrera con mi vida privada, aunque siempre pondré primero a mi familia. Sé que debo trabajar y eso es importante, pero también sé que quiero tener cerca a mi familia. Afortunadamente como trabajo muy seguido con el papá de mis hijas, parecemos una familia circense que va de un lado a otro y soy muy afortunada de poder tener cerca a mis hijas cuando estoy trabajando”, compartió Milla.
Hablando de su esposo, a quien conoció en 2001 cuando empezaron a filmar la primera película de Resident Evil, la ucraniana comentó que para ella el tener como jefe a su esposo no ha sido para nada complicado.
“Ha sido algo muy natural. Paul y yo disfrutamos trabajar juntos y nos divertimos mucho. Nos complementamos de muchas formas y una vez que empezamos a tener hijas, la relación se hizo muy mágica”, contó con una gran sonrisa la actriz vía Zoom.
Fue a hace unas semanas cuando Anderson y Milla llegaron a la cartelera mexicana con Monster Hunter: La cacería comienza, filme que marca su octava colaboración profesional y en la que la actriz interpreta a la teniente Artemis, una mujer que junto a su equipo traspasa un extraño umbral en el que predominan monstruos que deberán enfrentar si quieren sobrevivir. Para Jovovich, aunque el rodaje fue divertido, se topó con una de sus fobias: la claustrofobia.
“En la película caigo en un nido de araña y para hacer la escena me pusieron dentro de una especie de capullo que estaba pegajoso y me apretaba fuerte. Yo tenía que romper esa rara membrana y fue muy aterrador estar ahí, atrapada, sin poderme mover. Imagínate siendo yo claustrofóbica, para mí fue una de las peores experiencias de la cinta, pues se tuvo que filmar varias veces y le gritaba a Paul que acabara ya la escena, así que no fue mi parte favorita”, contó entre risas.
Al preguntarle sobre Diego Boneta, la actriz se mostró encantada de haber compartido tiempo y trabajo con un hombre que en todo momento tuvo buena actitud.
“Diego es simplemente un sueño. Es muy divertido, tiene una energía muy bella y le trajo al rodaje mucha luz, mucha risa y estaba muy emocionado de trabajar con Paul, en una cinta de acción, siempre se mostró preparado y quería estar en primera fila, con gran actitud”, contó.
Ante la pregunta de cómo se ve de aquella Milla Jovovich que empezó su carrera actoral en 1988, la actriz confesó:
“En muchos sentidos sigo siendo la misma persona, pero también es un poco duro recordar a la mujer que era cuando empecé. Es curioso, uno siente que no ha cambiado mucho, pero al mismo tiempo te das cuenta de que sí. La maternidad ha sido lo mejor que me ha pasado a través de todo este tiempo y ser madre me ha permitido liberarme de algunos complejos raros, me convertí en una mujer más relajada, en una mujer que ahora centra su atención en sus hijas y para mí lo más importante es criar chicas increíbles, ése es mi trabajo más importante”, remató Jovovich.
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