Doja Cat, contra lo convencional

La cantante pretende salir de todas las etiquetas de diva que hay en la industria de la música comercial, pero su rebeldía le ha causado bastantes problemas

Doja Cat, contra lo convencional
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El reconocimiento a Doja Cat llegó, no en forma de premios, pero sí en atención después de la presentación que dio en la reciente ceremonia del Grammy donde cantó Say So y desfiló por la alfombra roja con el escote más llamativo y extrovertido de todas las celebridades asistentes, cortesía del diseñador Roberto Cavalli, y ¿por qué no?, posar para las lentes con la señal cornuda y del dedo medio.

Aquí radica la combatividad de la cantante angelina, que desde su mismo nombre retó el convencionalismo y mostró que llevar como identificación un slang que hace referencia barrial a la mariguana, cosa normal en estos tiempos. El complemento gatuno sólo complementa la irreverencia.

La actitud de Amala Ratna, su nombre real, sólo ratifica que en este nuevo mundo la rebeldía es la única arma para derrocar los viejos valores, normalizar la sexualidad femenina y acabar con las morbosas miradas machistas.

Doja Cat está por estrenar su tercer álbum en su carrera, que supone vendría a ser aún mayor que su comercial éxito Hot Pink, que le valió tres nominaciones al gramófono, Planet Her vendría a reafirmar la ideología que esparce desde sus inicios en 2012: una mezcla heterogénea de música y letras carentes de formalidad, según ha dejado entrever en entrevistas otorgadas en medios de su país.

Su actitud ha sido un arma de doble filo y el desafío podría ser miel sobre hojuelas, sobre todo basándose en el éxito que ha alcanzado con canciones como Streets, Del Mar, Mooo!, Cyber Sex y Boss Bitch, entre otras rolas virales, pero es cierto que mucha de la verborrea que dice la ha metido en serios problemas.

Cuando iba en la preparatoria se refirió a dos personas como maricas” y eso le bastó para que la cultura de la cancelación le cayera contundentemente. Se le tildó de homofóbica, pero dejó en claro que ser gay está cool, de hecho, ella ha dicho públicamente que es bisexual y tendría sexo tanto con hombres como mujeres.

Recién empezaba a sembrar terror la pandemia y ella le quitó seriedad al virus asegurando que sólo era una gripita, irónicamente tres meses después, en julio de pasado, compartió la angustia que vivió al ser una más de la población contagiada.

Ahí se lo tomó más en serio y hasta criticó a todas las celebridades que rompieron el confinamiento para asistir en octubre a la fiesta de Halloween de Kendall Jenner.

Después, para colmo, porque ella es sudafricana por parte de su padre, revivieron una canción que se llama Dindu Nuffin, expresión racista hacia las víctimas de la brutalidad policiaca, y por eso ha sido señalada de ser una mujer racista, hasta la fecha.

Para demostrar lo contrario Doja donó más de cien mil dólares a la fundación que recaudó dinero para apoyar a los familiares de Breonna Taylor, la mujer que fue asesinada a tiros durante una pesquisa que se les salió de las manos.

Aun así, Doja Cat ha sido un emblema de las nuevas redes sociales como Tik Tok y su ácido humor y excentricidad como persona ha sido influyente para muchas chicas que buscan abrirse paso como influencers y sacudirse los prejuicios emitidos por el hombre.


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