James Cameron madura en el cine
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El Diario de SonoraJames Cameron tenía 23 años cuando renunció a su trabajo de conductor de camiones para dedicarse al cine, influenciado por las posibilidades que le abría en aquel 1977 el estreno de la primera entrega de Star Wars. Cameron se puso a trabajar en Xenogenesis, su primer cortometraje, en el que ya se vislumbraba su inquietud por la ciencia ficción y muchos de los elementos de sus futuras cintas como Terminator, Alien y Avatar. De ese cortometraje, estrenado en 1978, a la fecha, han pasado poco más de cuatro décadas y se le cuestionó a Cameron, a punto de estrenar la segunda entrega de Avatar, cómo se ve hoy en día, cuando está a punto de conmemorar 45 años de carrera.
“¡Wow, 45 años! No traigamos la realidad aquí, pues estamos hablando de fantasía. Quisiera darte una respuesta corta pero creo que no puede ser así. Si me traslado a esos años en los que empezaba como director, cuando estaba escribiendo Terminator, no tenía nada que perder, nadie sabía quién era y al ser un director independiente, podía decir lo que quisiera y ser provocativo si quería, de tal suerte que escribí esa película para simplemente presionar botones y tocar temas complicados. Hoy ya no pienso de esa manera, mis películas cuestan más y por ende tienen que apelar a audiencias más globales y ahora busco maneras más inteligentes de atraer al público. Creo que lo único que no ha cambiado en 45 años es la naturaleza de la historia y de crear personajes con los que todos se puedan identificar de alguna manera, personajes que resuenan con aspectos universales de la experiencia humana”, comentó James Cameron a Excélsior en una charla virtual.
El ganador de tres premios Oscar, uno de ellos en 1998 a Mejor Director por Titanic, está de vuelta en las carteleras del mundo con Avatar: El camino del agua, cinta que se estrena trece años después de la primera entrega que se convirtió en la cinta más taquillera al recaudar en su momento dos mil 906 millones de dólares (fue la primera película en superar la barrera de los dos mil millones de dólares). Si James Cameron se adentró en Avatar en la historia de amor de dos personajes pertenecientes a distintos mundos cuyos intereses se contraponen, en Avatar: El camino del agua el canadiense destaca la importancia de la familia y de las complejidades que se desprenden al ser padre, guía, protector y mentor.
“Encuentro maneras de relacionar mi vida y mis experiencias familiares a través de la fantasía o del género que sea, para hablar de las historias que quiero contar. Por ejemplo, en la nueva cinta de Avatar vierto mi experiencia real siendo papá y esposo, hablo de la importancia de la familia, de los problemas de la misma, de cómo una familia puede ser una locura y de cómo al mismo tiempo puede ser un núcleo de fuerza que nos da el poder y la confianza. Así que uso los cambios de mi propia vida y los reflejo en mi escritura, mi quehacer fílmico. Lo que sí te puedo decir es que no hubiera podido escribir Avatar: El camino del agua cuando estaba haciendo El secreto del abismo, Terminator 2 o cualquier otra cosa, ya que el tema de la paternidad hubiera sido hipotético para mí, mientras que ahora conozco las reglas y las complejidades de una familia”, explicó el director de 68 años.
Para poder llevar a buen puerto la filmación de Avatar: El camino del agua, cinta protagonizada por Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver y Stephen Lang, James Cameron hizo mancuerna con Jon Landau, su amigo y productor desde hace 28 años y con quien Cameron se hizo acreedor en 1998 al Oscar a Mejor Película por Titanic.
“Lo que creo que ambos le hemos dado a la industria y en particular a las audiencias es lo especial que puede ser la experiencia fílmica, la experiencia de ir al cine Cuando vas a ver una película como Titanic o Avatar se entra a un nuevo nivel en el que te das cuenta de lo especial que puede ser el cine. Eso es un gran regalo y espero que con esto les podamos decir a los directores que con la tecnología se pueden contar grandes historias que no se podían contar en el pasado. Podría definir nuestra relación como una en la que ambos nos hacemos el uno al otro mejor. Creo que le proveo a Jim una voz en el oído que a veces lo respalda y otras veces lo cuestiona, con una opinión y una razón de por medio y eso crea una buena dinámica en la relación”, contó Jon Landau en entrevista con este diario.
Avatar: El camino del agua, cinta que se estrenará en México este jueves, con un preestreno en salas el miércoles, muestra cómo tras la mítica batalla en la que los humanos terminan siendo expulsados de Pandora, el humano Jake Sully (Sam Worthington), en su forma de avatar, y Neytiri (Zoe Saldana) han formado una familia tanto con hijos propios como con hijos adoptados. Los padres han hecho lo posible por permanecer juntos, sin embargo, ante una persecución deben abandonar su hogar y explorar otras regiones de Pandora.
“James Cameron tiene una habilidad muy especial para escribir historias sobre temas que son relevantes para el mundo. Lo curioso es que este guion lo escribió años atrás. La idea de tener una familia biológica también con niños adoptados refleja a las familias actuales. A este tema se le suma otro como es el de la celebración de la diversidad de las culturas, justo cuando la familia Sully se ve obligada a dejar su tierra para ir a otra, donde se convierten en refugiados y en donde se tienen que adaptar con gente que es similar pero que tienen diferente color de piel, cuyos cuerpos se han desarrollado de manera diferente. Temas rque resuenan con la actualidad que estamos viviendo”, acotó Landau.
James Cameron explicó lo que significa Avatar para él.
“No es sobre gente de piel azul de otro planeta, es realmente sobre nosotros, de lo que hemos perdido en nuestro mundo urbano, en nuestras vidas tecnológicas que ahora tenemos”, subrayó el canadiense, quien fuera esposo de Kathryn Bigelow, ganadora de un Oscar a Mejor Dirección.
Una de las sorpresas dentro de este filme y que tiene que ver con los nuevos personajes, es la aparición de Kate Winslet (protagonista junto a Leonardo DiCaprio en Titanic), a quien se le verá como Ronal, quien lidera junto a su esposo Tonowari (Cliff Curtis) el clan de los Metkayina, donde huye la familia Sully.
“Uno de los personajes que más respeto me imponen es Ronal, interpretado por la grandiosa Kate Winslet, quien se mete en la piel de una mujer de gran fortaleza que puede pararse junto a cualquier hombre y tomar sus propias decisiones. Creo que algo que ha hecho James Cameron a lo largo de su carrera es mostrar personajes grandes personajes femeninos, de gran personalidad y con gran fortaleza. Son mujeres que no están detrás de nadie o que no se sientan detrás de sus esposos o detrás de ningún hombre al hacer negocios. Y Kate representa justo todo eso”, explicó Landau.
Con respecto a estrenar una secuela de Avatar trece años después de que se lanzó la primera parte, Cameron, padre de cuatro hijos, está consciente del paso del tiempo y espera que su propuesta lleve de regreso a mucha gente al cine.
“La primera película dejó la vara muy en alto, un nivel de expectativas que tenemos que mantener con las cintas subsecuentes y eso es un desafío diario para nosotros. Una gran parte de nuestro éxito en la primera película se debió a que la gente fue a ver Avatar muchas veces al cine al tratarse de una gran experiencia cinematográfica, así que espero, y cruzo los dedos para que así sea, que podamos tener ese mismo efecto con el lanzamiento de Avatar: El camino del agua. ¿Qué si vamos a tener los mismos niveles que antes? No lo sé, espero que sí, espero que Avatar 2 lleve a mucha gente a las salas de cine luego de la pandemia, ya que es una película que demanda ser vista en una sala de cine”, reflexionó Cameron.
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