En 'Un lugar en silencio: Día 1', la precuela de la conocida franquicia creada por John Krasinski, un personaje sorprendete ha ganado popularidad entre los seguidores: Frodo, un gato callejero que se convierte en un compañero crucial para Sam (Lupita Nyong'o), una mujer que lucha por sobrevivir en un mundo apocalíptico dominado por criaturas alienígenas letales y ciegas.
Frodo, interpretado por los gatos Schnitzel y Nico, es crucial en la trama por sus habilidades como depredador y su sigilosa movilidad. El director Michael Sarnoski optó por gatos reales debido a su aptitud natural para el ambiente aterrador de la película, además de su conexión emocional en la historia.
Lupita Nyong'o superó su miedo inicial a los gatos a trabajar con Schnitzel y Nico, y posteriormente adoptó uno propio tras el rodaje. En redes sociales, los fans mostraron preocupación por el bienestar de Frodo en las escenas peligrosas, reflejando el impacto significativo del felino en el público.
Nico, cuyo pelaje es originalmente blanco, fue transformado con maquillaje para que se pareciera a Frodo en la película, lo cual ofrece interesantes detalles sobre cómo se llevó a cabo la producción. Schnitzel y Nico, junto con un tercer gato utilizado para efectos especiales, han acumulado una considerable cantidad de seguidores en redes sociales debido a su actuación en la película.