El talentoso músico sueco, conocido por su destreza en la batería y su contribución al sonido icónico del grupo, falleció a causa de los efectos de la enfermedad de Alzheimer, según informó el periódico sueco Aftonbladet.
Palm, nacido en Suecia, demostró desde temprana edad un talento innato para la música, especialmente para la batería. Su pasión por la percusión lo llevó a formar parte de las bandas suecas Gimmicks y Beatmakers, donde perfeccionó su técnica y estilo. Su trayectoria como músico de sesión lo llevó a colaborar con diversos artistas y géneros, consolidándose como un referente en la escena musical sueca.
Su incursión en el universo de ABBA se produjo en 1971, cuando participó en una sesión de grabación para un sencillo de Frida, producido por Benny Andersson. Aunque su rol inicial fue el de músico de sesión, su talento y pasión por la música lo llevaron a unirse a la banda en la década de 1970, convirtiéndose en una pieza fundamental en el sonido distintivo de la agrupación.
La influencia de Roger Palm en ABBA se extendió a través de la grabación de algunos de sus mayores éxitos, como "Mamma Mia", "Dancing Queen", "Thank You For The Music" y "Take A Chance On Me". Su estilo rítmico y técnico, junto con su pasión por la música, ayudaron a definir el sonido único de la banda.
La música de ABBA no fue el único escenario donde brilló el talento de Roger Palm. A lo largo de su carrera, colaboró con innumerables artistas suecos, convirtiéndose en una figura clave en la escena musical de su país. Su destreza en la batería y su enfoque creativo dieron forma al sonido del pop sueco durante las décadas de 1970 y 1980.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado al mundo de la música, dejando un vacío en la industria. El legado de Roger Palm, sin embargo, perdurará a través de las canciones que ayudó a crear y el impacto que tuvo en la escena musical sueca.