En solo 24 horas, ¡12,000 llamadas!. Doce mil personas se han puesto en contacto para contar su historia, para ser escuchadas.
Buzbee y su equipo se enfrentan a una tarea titánica. Deben analizar cada llamada, identificar a las víctimas, a los testigos, recopilar evidencia. Un ejército de casi 100 personas trabaja incansablemente para dar con la verdad. Según Buzbee, 120 personas se preparan para presentar nuevas acusaciones contra Diddy. 25 de ellas afirman haber sido menores de edad en el momento de los supuestos abusos.
Diddy se declaró inocente de tráfico sexual y otros cargos federales. Sin embargo, Buzbee no se anda con rodeos. Él afirma que "muchas personas poderosas" podrían verse envueltas en este escándalo. "Muchos secretos sucios" están a punto de salir a la luz. La acusación federal describe las "freak offs", fiestas organizadas por Diddy donde se alega que drogaba y abusaba sexualmente de mujeres, grabándolas en video.
Erica Wolff, abogada de Diddy, respondió a las acusaciones en un comunicado a CNN: "Como ha enfatizado el equipo legal del Sr. Combs, él no puede abordar cada alegato sin fundamento en lo que se ha convertido en un circo mediático imprudente. Dicho esto, el Sr. Combs niega enfática y categóricamente como falsas y difamatorias cualquier afirmación de que abusó sexualmente de alguien, incluidos menores".
Buzbee y su equipo no se detendrán hasta que todos los involucrados sean responsabilizados. "Todos los que participaron, facilitaron, incitaron, proporcionaron el lugar, se beneficiaron de esto" deben rendir cuentas.
Los presuntos crímenes de Diddy se remontan a 25 años atrás. "Puedes imaginar la cantidad de diferentes tipos de fiestas que ocurrieron", dijo Buzbee. "Estamos hablando de fiestas de lanzamiento de álbumes, las fiestas blancas de las que has oído hablar, after parties, después de los shows, simplemente fiestas improvisadas en hoteles y clubes".
Las llamadas no cesan. La verdad se abre paso, una llamada a la vez.