Después de un torbellino de acusaciones y demandas, ambos llegaron a un acuerdo fuera de los tribunales, según lo anunció el CEO de Adidas, Bjørn Gulden, en una conferencia telefónica. "Ya no hay problemas abiertos y no hay dinero que vaya en ninguna dirección. Ambos seguimos adelante", declaró Gulden, dejando entrever que el acuerdo fue una especie de punto final a una batalla legal que parecía no tener fin.
Lo que fue una alianza que se había construido durante casi una década, terminó en un clima de tensión y controversias. El detonante fue la serie de comentarios antisemitas y la polémica camiseta "White Lives Matter" que West utilizó en 2022.
La decisión de Adidas de romper lazos con West fue un golpe contundente para el rapero, ya que su línea Yeezy representaba casi la mitad de las ganancias de la empresa. La marca se quedó con alrededor de $1.3 mil millones de dólares en zapatos y mercancía sin vender, que ha estado tratando de vender poco a poco.
Aunque el acuerdo ha sido presentado como un "punto final", la controversia que ha rodeado a West parece tener un largo alcance, no solo para su carrera, sino para la industria de la moda y el deporte.