El caso de Sean “Puffy” Combs, más conocido como P. Diddy, enfrenta acusaciones de tráfico y abuso en una corte de Nueva York. Las investigaciones continúan en curso y revelan detalles de las prácticas que se llevaban a cabo en las fiestas organizadas por el rapero. Se ha reportado que estas fiestas incluían momentos íntimos, drogas y alcohol, con una atmósfera permisiva donde se han cometido delitos.
Una organizadora de eventos que trabajó con Diddy entre 2004 y 2005, bajo condición de anonimato, reveló que existían requisitos específicos para las mujeres que asistían a las fiestas. Según su testimonio, se utilizaba una báscula para asegurarse de que ninguna invitada superara los 63 kilos. La organizadora mencionó que este requisito, junto con otros, tenía como objetivo garantizar que las mujeres presentes fueran jóvenes y atractivas.
Además del peso, se establecieron otras reglas para las mujeres: no se permitía la presencia de grasa, celulitis, piercings o tatuajes excesivos, ni cabello corto. El código de vestimenta también era estricto: solo se permitían vestidos de fiesta, preferiblemente cortos, con escote y tacones de aguja. No se permitían pantalones, jeans ni zapatos bajos.
Aunque la fuente no reveló si la edad era un requisito formal, se especula que se prefería la asistencia de mujeres jóvenes, desde adolescentes hasta un máximo de 45 años. La fuente también mencionó que las mujeres que asistían a las fiestas tenían que estar en muy buena forma física, sin importar su edad.
Una bailarina que actuó en la fiesta posterior a los MTV Video Music Awards en 2005, reveló a The Post que recibió 250 dólares por bailar en el evento principal. Sin embargo, le ofrecieron 1000 dólares adicionales si accedía a ir a la casa de Diddy para seguir bailando.
En videos se observa a mujeres que cumplen con las características descritas anteriormente, participando en actividades con otros asistentes, mientras Diddy se encuentra presente.
P. Diddy ha negado todas las acusaciones y ha afirmado su inocencia. Sus abogados han asegurado que su cliente nunca ha abusado, maltratado ni obligado a nadie a tener relaciones. Sin embargo, las demandas en contra del músico siguen aumentando en número.