En su búsqueda por mantenerse fiel a su esencia y conectar con sus raíces, Nathy Peluso enfrentó un momento crucial: la decisión de "matar" un álbum completo para dar lugar a Grasa. "Al principio lo viví como una pérdida, un fracaso, pero en realidad fue lo mejor que me podía haber pasado", confiesa la cantante. El álbum que se quedó en el camino no reflejaba la música que ella quería compartir, y aunque funcionaba, no transmitía los sentimientos que ella buscaba.
"Quería reencontrarme con mis raíces, y los mundos del bolero, la balada y el folk latino resumen la esencia de lo que soy", explica Nathy. Y fue en ese momento donde la figura de Fito Páez se convirtió en un punto de inflexión. "Es mi ídolo, pero también un mejor amigo", describe la artista. Fito la impulsó a buscar un nuevo marco para su música, y gracias a él, pudo salir de la crisis creativa y componer las canciones que hoy forman parte de Grasa.
Nathy Peluso se caracteriza por su autenticidad y su compromiso con su propia identidad. En sus canciones, explora temas como la libertad, la búsqueda personal y la lucha contra las expectativas externas. "Debemos entrenar la pureza, porque ella es la que te conecta con tu talento y tus dones", afirma la cantante, haciendo énfasis en la importancia de mantenerse fiel a sí mismo.
La influencia de su familia también ha sido fundamental en su crecimiento como artista. Su madre, quien le inculcó desde pequeña una fuerte confianza en sí misma, es una figura central en su vida. "El tema Mamá es un ¡TE AMO! en mayúsculas para ella", afirma Nathy. La educación que recibió, marcada por el diálogo abierto y la libertad, le ha permitido desarrollar una capacidad única para cuestionar, expresar y defender sus ideas.
Nathy Peluso se inspira en figuras como Jean-Paul Gaultier, un diseñador reconocido por su transgresión y audacia. Para la cantante, la marca Gaultier simboliza la liberación creativa, un valor que también busca expresar en su música. "Gaultier siempre ha estado en mi imaginario, desde el corsé de Madonna", confiesa.
La artista argentina se ha convertido en un referente para una nueva generación de músicos y un ejemplo de cómo mantenerse fiel a su propia identidad en un mundo donde las presiones de la industria musical pueden ser abrumadoras. Grasa, su segundo álbum, es una muestra de su valentía, autenticidad y compromiso con su propia visión artística.