La dismorfia corporal es un trastorno psicológico que afecta la percepción del propio cuerpo. En una entrevista, Fox reveló que nunca se ha sentido del todo a gusto con su imagen física. Su lucha constante con esta percepción ha marcado su vida, incluso en medio de la presión mediática de Hollywood.
La dismorfia corporal ya es una batalla emocional significativa, y el embarazo podría intensificar esta lucha. Los cambios físicos y emocionales que experimenta una mujer durante el embarazo pueden ser complejos, especialmente para alguien que ya tiene una relación difícil con su propio cuerpo.
Para Megan, los cambios que se avecinan en los próximos meses podrían exacerbar su dismorfia, ya que los estándares de belleza y la presión pública pueden aumentar su ansiedad y malestar.
A pesar de los retos que enfrenta, Fox ha sido abierta sobre sus luchas internas. Su valentía ha permitido que sus fans y la comunidad en general comprendan mejor la carga emocional que lleva consigo. La actriz ha enfatizado que, aunque la dismorfia corporal afecta su bienestar, ha aprendido a vivir con ella y ha encontrado formas de sobrellevarla, especialmente con el apoyo de su pareja.