Sin embargo, en un giro inesperado, Andrew encontró un apoyo financiero a última hora, permitiéndole quedarse en la mansión real.
El problema radica en que Andrew se niega a revelar la fuente de estos nuevos fondos, a pesar de las constantes peticiones del gobierno británico, políticos y comentaristas reales. Diversos miembros del Partido Laborista, como Alex Sobel y Rachael Maskell, exigen al Duque que revele la identidad de sus nuevos patrocinadores. “La transparencia total sobre estos arreglos financieros es vital para mantener la reputación de la Familia Real”, declaró Sobel al Daily Mail.
Maskell, por su parte, hizo hincapié en la contradicción entre la creciente necesidad de financiación de la Familia Real, estimada en £132 millones para el próximo año, y la decisión de permitir que el hermano del monarca siga residiendo en su mansión. “Deben existir mayores niveles de transparencia sobre el origen del dinero que ha permitido a Andrew permanecer en Royal Lodge”, añadió.
Desde 2004, Andrew ha residido en la propiedad junto a su exesposa, Sarah Ferguson. La procedencia de los fondos que le permiten seguir en la mansión sigue siendo un misterio, ya que su única fuente de ingresos estable es una pensión de la Royal Navy.
Se ha informado que Michael Stevens, el Keeper of the Privy Purse, ha aprobado los fondos de Andrew, lo que ha generado especulaciones sobre el origen del dinero. Buckingham Palace no ha hecho declaraciones al respecto.
El Príncipe Andrés, quien ha sido marginado de la familia real tras su vínculo con el difunto financiero Jeffrey Epstein, ha dependido de una generosa asignación del patrimonio personal del Rey Carlos desde 2019. Sus gastos incluyen un presupuesto anual de $4 millones para seguridad personal y una asignación en efectivo. Sin embargo, el mes pasado, Carlos comunicó que ya no estaría dispuesto a cubrir estos gastos.
Tras el corte de los fondos, Andrew recibió la orden de abandonar la propiedad de 31 habitaciones para mudarse a la más pequeña Frogmore Cottage, pero se negó.
El príncipe ha ignorado las constantes peticiones de su hermano para que reduzca sus gastos durante más de un año. Se dice que Andrew espera poder seguir residiendo en Royal Lodge y dejar la propiedad a sus hijas, la Princesa Beatrice y la Princesa Eugenie, como herencia.