En una reciente entrevista para Ventaneando, Camila confesó que, tras años de terapia, logró comprender las ausencias de su papá durante su infancia. "Lo entiendo ahora. En esta gira incluso le pedí perdón por esos reclamos de niña", reveló entre risas. La intérprete asegura que cada concierto junto a El Potrillo fortalece su vínculo: "Tenerlo en el escenario solo para mí es un regalo. Sanamos cosas que ni sabía que necesitábamos".
Pero la reconciliación familiar no es el único motivo de felicidad para la artista. La maternidad le ha dado una perspectiva distinta sobre su propia crianza:
- Cayetana, su hija de 4 años, ha demostrado una madurez inusual al entender las demandas del trabajo de su mamá.
- A diferencia de Camila en su niñez, la pequeña resta dramatismo a las separaciones: "Cuando le digo que me iré cuatro días, responde: 'Eso no es nada'".
- La cantante ha implementado estrategias para equilibrar carrera y familia, como llevar a su hija en giras prolongadas.
Entre giras, terapia y maternidad, Camila Fernández construye su legado musical sin repetir los errores que alguna vez le dolieron. La gira con su padre, más que un espectáculo, parece ser el cierre de círculo que ambos necesitaban.
