En una charla íntima para el canal Pinky Promise, Lolita Cortés —sinónimo de crítica implacable pero también de rigor artístico— habló sin tapujos sobre su pasado con Yuridia, la voz que cautivó a México en La Academia 2005. “¿Volvería a criticarla como lo hice entonces? Sería absurdo. Ambas hemos crecido”, confesó la directora de teatro, dejando claro que lo que en su momento pareció una batalla, hoy es solo un recuerdo de crecimiento mutuo.
La controversia entre ambas no fue menor. En aquel entonces, Cortés cuestionó duramente la interpretación de Yuridia durante una gala, generando una respuesta que quedó grabada en la memoria colectiva: “Yo no soy Amanda Miguel ni Valeria Lynch, soy Yuridia”. La réplica de la joven cantante, acompañada de aplausos, y la inmediata defensa de Lolita —“Es tu soberbia la que habla”— se convirtieron en uno de los momentos más virales antes de que existiera el concepto tal como lo conocemos hoy.
Pero el tiempo diluye los malentendidos. Lolita, reconocida por su ojo clínico para detectar talento crudo, ahora admira cómo Yuridia transformó aquellas críticas en combustible para su carrera: “Ella hoy sabe contar historias con la voz y el alma. ¿Criticar a una artista así? Sería ridículo”. No es un mea culpa, sino un reconocimiento a la evolución de una intérprete que vendió millones de discos y llenó estadios.
Detrás de esta reconciliación pública hay datos que pocos recuerdan:
- En 2005, Yuridia era una joven de 19 años sin formación musical profesional.
- Lolita ya acumulaba una década como referente del teatro musical en México.
- El programa fue grabado en un formato de tres meses de encierro, sin redes sociales ni filtros.
